Descubre la diferencia entre balneario y spa. El poder curativo de las aguas mineromedicinales al servicio de una forma integral de entender la salud y el bienestar. Porque ir de balneario no es lo mismo que ir de spa.
¿Qué es un balneario?
Según la Asociación Nacional de Estaciones Termales, los balnearios son instalaciones que disponen de aguas minero-medicinales declaradas de utilidad pública, servicio médico e instalaciones adecuadas para llevar a cabo los tratamientos que se prescriban. La base de un balneario es el uso de aguas minero-medicinales. Situados cerca del manantial del que éstas proceden, los balnearios utilizan tanto las propiedades químicas como físicas del agua. A pesar de parecer igual, cada tipo de agua tiene unas propiedades diferentes para nuestra salud. Las aguas cálcicas son aconsejables para el aparato digestivo, las diuréticas para la reducción de la tensión sistólica, las magnésicas facilitan la función renal y vasodilatadora, las bicarbonatadas favorencen la actividad pancreática y las fluoradas para la estructura ósea.
¿Para qué tipo de dolencias es aconsejable el uso de aguas minero medicinales? Desde dermatológicas, reumatólogas, renales o circulatorias hasta nerviosas y circulatorias. Diferentes tratamientos como la ducha fría ayudan a la circulación y a mejorar la respiración, el baño en terma romana tiene un efecto que relaja el sistema muscular y nervioso así como la ducha escocesa facilita la circulación de la sangre.
¿Qué es un spa?
A diferencia de los balnearios, la nueva generación de centros de hidroterapia no usan agua medicinal, pero sí aprovechan sus propiedades mecánicas (por ejemplo, masajes de chorros), térmicas (por contraste de temperaturas) o relajantes. Los spa y circuitos urbanos realizan tratamientos basados en la hidroterapia, aprovechando las propiedades físicas del agua.
Es muy importante distinguir, por tanto, entre un balneario y un spa (popularmente conocidos como balnearios urbanos), ya que en los balnearios, además de utilizar las técnicas hidroterápicas basadas en los efectos térmicos y mecánicos que se emplean en un spa, el paciente se beneficia también de los componentes mineromedicinales de sus aguas.
A pesar de que los balnearios cuentan con aguas medicinales que no tienen cabida en los spas, sí que es cierto que ambos poseen objetivos comunes, tales como activar la circulación, combatir el estrés y aliviar ciertas dolencias musculares.