Qué dirías si te proponemos hablar de unas construcciones nobles pero en las que reina la sobriedad. Unos edificios que encarnan el lujo más tradicional pero sin perder la esencia del rural gallego. Parece un manojo de contradicciones ¿verdad? Pues todo esto se conjuga en los pazos: construcciones civiles típicas de Galicia que forman parte de su identidad y patrimonio.
Entre los siglos XVI y XIX, los pazos en Galicia eran las casas grandes en las que vivían los señores o hidalgos; por esto guardan mucha historia que contar. Además de perderse en sus vivencias, su construcción, sus jardines y su mobiliario son dignos de contemplar. Acompáñanos por este viaje por el rural gallego para admirar los pazos más impresionantes de nuestra comunidad.
Pazo de Trasalba (Amoeiro)
La paz del rural combinada con las comodidades que se encontraban en los pazos ofrecían relajación, concentración e inspiración. De esto se dio cuenta Ramón Otero Pedrayo y por eso, especialmente ante el calor del verano, buscaba refugio en el Pazo de Trasalba (Amoeiro). Este edificio, situado en la zona conocida como “das campás abaixo” es hoy un museo dedicado a la figura del escritor e intelectual gallego.
El pazo presenta planta rectangular; la fachada principal, orientada al oeste, cuenta con una «solaina» que la recorre prácticamente de extremo a extremo a la que se puede acceder por una escalera de piedra desde el patio. La fachada posterior también cuenta con una de estas «solainas» tan características.
A día de hoy puedes visitar las diferentes dependencias que se conservan como cuando estaba habitado por Otero Pedrayo. Deja que la misma inspiración que lo invadió a él te invada a ti.
Pazo de Oca
Cambiamos de provincia y nos vamos hasta la parroquia de Oca, en el municipio de A Estrada (Pontevedra), muy cerca de la conjunción de los ríos Boo y Mao. El Pazo de Oca se estructura en tres zonas: la primera de ellas se sitúa dentro de los muros de la finca y en ella se encuentra la casa señorial, los jardines y el huerto; en el terreno adyacente encontramos la Iglesia de San Antonio de Padua, construida entre los años 1731 y 1752 y casas de jornaleros; más allá, se halla el entorno agroforestal.
Aunque el estilo barroco de la construcción es impresionante, lo más extraordinario del pazo son sus jardines, unos de los más espectaculares de Galicia. En el patio principal hay una fuente con parterres rodeados de setos de boj. También hay rododendros y azaleas, aunque las camelias son las que más destacan. En los alrededores también se puede disfrutar de un paisaje con robles, castaños, nogales y abedules. Una visita que no defrauda.
Pazo de Rubiáns
Situado en Vilagarcía de Arousa (Pontevedra) se encuentra uno de los tres señoríos que hay reconocidos oficialmente en España: el Pazo de Rubiáns. Esta construcción tiene su origen en una torre fortaleza del siglo XII. Pero no sería hasta el siglo XV que Don Josep García Caamaño se hizo con la finca y construyó allí su casa. Lo sabemos gracias al grabado que se encuentra en la entrada del pazo que reza así:
«Esta casa fezo D. García Caamaño en el año 1.411».
Sería conocida entonces como la Villa García, de donde se originó el nombre del municipio. El pazo fue reconstruido en el siglo XVIII por el Señor de la Casa de Rubianes, Don Jacobo Ozores, que a su vuelta del destierro impuesto hacia su persona por Carlos IV,se encontró con la propiedad muy deteriorada. Contrató para ello a un arquitecto francés que le dio un aire de chateau; de ahí que se parezca más a una de estas viviendas francesas que a un pazo gallego.
Desde entonces, el pazo es símbolo de Vilagarcía y ha estado muy presente en la vida de sus habitantes. En él se pueden admirar diversas reliquias como un retablo del siglo XVI situado en la capilla; una bodega y unas caballerizas, que se encuentran en su estado original. Destacan sus jardines, un total de 40 hectáreas repartidas entre jardín, finca y arboleda donde se albergan más de cien especies arbóreas diferentes.
Pazo da Saleta
También en Pontevedra podemos encontrar uno de los rincones más mágicos de Galicia: el pazo de A Saleta. Un pazo de origen labrego del siglo XVIII que cuenta con uno de los jardines privados más importantes de España, seleccionado así por el Comité Español del Programa Hombre y Biosfera de la UNESCO. Más allá del pazo, lo que destaca en esta construcción son sus jardínes ingleses, diseñados por la arquitecta paisajista Brenda Colvin en 1970. Dos hectáreas de terreno que albergan «una de las colecciones botánicas más variadas de Galicia», como aseguran en su página web. Aunque la propiedad es privada, los jardínes están disponibles para visitas. Simplemente tienen que ser organizadas y pidiendo cita previa. Allí, además de disfrutar de las variedades arbóreas, también verás una gran colección de distintas especies de camelias de todo el mundo. Estos jardines obtuvieron, en 2018, la categoría de Jardín de Excelencia Internacional y es miembro de la Ruta de la Camelia.
Pazo de Saa
En Cenlle (Ourense) se encuentra el Pazo de Saa. Esta construcción civil está situada en el Lugar de Saa, en la parroquia de Sadurnín y es uno de los más visitados de la zona. Perteneció a una de las familias más importantes de la comarca de O Ribeiro y fue fundado, junto al mayorazgo, por el familiar del Santo Oficio Gregorio Arias Mariño. Construido en granito, pero de perpiaño, tiene forma de U y está rodeado de murallones que lo protegen del resto de la finca. Cuenta con un patio interior abierto, una «solaina» de piedra y unas columnas de fuste liso con capiteles en forma de toro. Tiempo atrás, este pazo también contaba con una capilla, separada del edificio principal, pero hoy en día esta ha desaparecido.
Y después de realizar esta última visita, te recomendamos que disfrutes de la naturaleza y el agua termal de la provincia de Ourense en nuestros balnearios Caldaria: una oportunidad para finalizar uno de los recorridos más impresionantes que puedes hacer por nuestra comunidad, relajándote en aguas minero medicinales. ¡Te esperamos!
