¿Cómo te sientes cuando viajas? Seguro que es una sensación difícil de describir. Los días antes de emprender esa escapada se mezcla la emoción, los nervios y la ilusión. Cuando comienza el viajes estás expectante y con ganas de vivir mil experiencias. Durante la aventura aprovechas cada minuto al máximo y una vez de vuelta traes contigo un buen puñado de recuerdos que te arrancan una sonrisa cada vez que viene a tu mente. Felicidad, en definitiva. Pero ¿cuál es el motivo? Sigue leyendo y descubre por qué somos felices cuando viajamos.
¿Qué es la felicidad?
Vamos a ser claros desde el principio. No podemos definir qué es la felicidad, ni tenemos las claves para alcanzarla. Pero sí que podemos aproximarnos a lo que, en el imaginario colectivo es la felicidad.
Y, aunque suene un poco filosófico, nos gustaría comenzar con una cita de Buda en la que dice que “no hay un camino a la felicidad: la felicidad es el camino”.
La ciencia también se ha aventurado a ofrecer una fórmula sobre qué es la felicidad, muchas veces basada en procesos hormonales y demás reacciones de nuestro cuerpo. Hasta la Real Academia Española ofrece una definición para la felicidad: “estado de grata satisfacción espiritual y física”.
Sin embargo cada uno logra la felicidad a través de diferentes caminos. Cuando alcanzamos una meta, cuando vivimos una experiencia que nos produce satisfacción, cuando compartimos los éxitos de quienes nos rodean, cuando rubricamos una buena decisión, cuando la suerte nos sonríe, cuando simplemente bailamos o nos reímos experimentamos esa sensación que llamamos felicidad. Y por supuesto, somos felices cuando viajamos.
¿Qué nos proporciona el viajar?
Las experiencias que nos proporciona viajar son parte de esa receta para la felicidad. Además, cada nuevo recuerdo que se genera a través de esas escapadas es una verdadera fuente ilimitada de alegría.
En cada viaje conocemos lugares nuevos, adquirimos habilidades o ponemos en practica otras, ampliamos nuestros conocimientos, compartimos nuestras inquietudes, hacemos deporte... Y todo ello también aporta una buena dosis de felicidad a nuestra vida.
Un nuevo estudio llevado a cabo por un profesor de psicología de la Universidad de Standford, Thomas Gilovich, ha demostrado que la felicidad que experimentamos cuando viajamos es similar a la que sentimos cuando compramos algo que deseamos con mucha fuerza.
Sin embargo la sensación de satisfacción que experimentamos con esas compras va disipándose con el paso del tiempo. Y precisamente la adaptación es uno de los principales enemigos de la felicidad. Pero nuevamente los buenos recuerdos que generamos en cada viaje no caducan y nos proporcionan una dosis constante de felicidad.
Si los recuerdos agradables son una de las claves por las que viajar nos hace felices, otro de los pilares es que cuando lo hacemos vivimos el aquí y el ahora del momento y el lugar en el que nos encontramos. Nuestras obligaciones, las preocupaciones o los problemas ni desaparecen ni se solucionan por arte de magia cuando viajamos, pero sí que logramos dejarlos aparcado al menos durante un tiempo.
Y desde luego que escoger un buen destino es decisivo a la hora de ser feliz en tu viaje y generar unos recuerdos tan extraordinarios que te permitan alargar esa sensación sine die. Te garantizamos que con una visita a Caldaria lo lograrás.
Si aún no te has entregado a los placeres de viajar, hazlo, engancha. Como siempre decimos, hay opciones para todos los gustos, bolsillos y disponibilidades.