En la historia de las termas y balnearios, debemos dedicar un capítulo especial a la cultura y tradición termal en España. De ella dan testimonio los últimos hallazgos arqueológicos encontrados en España que muestran que la historia de la hidroterapia es tan antigua como el conocimiento del agua. Repasamos los últimos hallazgos termales en España.
No es un secreto que parte de los secretos de belleza de la Roma antigua han llegado a nuestros días con el peso de siglos de historia. Belleza, salud y bienestar, en realidad. La diferenciación que en tiempos del emperador Agripa (25 aC) se estableció entre espacios de baño privados (balmes o balneum) y los espacios públicos (thermae o therma); la cultura romana se expandía sin reparos por su vasta extensión. Lo hacía a través de rutas como la Vía Nova Romana XVIII itinerario que comunicaba Braga y Astorga y que trajo hasta Lobios, a orillas del río Caldo, comercio y termalismo. Gracias a los manantiales que se escondían en el subsuelo los romanos crearon baños y sistemas de calefacción. Se cree que los romanos se asentaron en la zona por la presencia de aguas termales, algo que no parece haber sido desmentido.
Pero además de esta herencia, presente en Ourense y en otras regiones de España, nuevos hallazgos termales en toda la geografía española demuestran cuánto aún nos queda por conocer.
Termas en Valeria
De los últimos y más recientes hallazgos, destacan las termas romanas de la ciudad de Valeria (Castilla La Mancha), construidas en el siglo I. Caídas en desuso en el siglo III, las primeras estimaciones apuntan a que estemos ante unas termas romanas de unos 4.000 metros cuadrados de superficie. En la zona excavada, además de alguna piscina y distintas dependencias de las termas, también se ha descubierto dos metros cuadrados de un mosaico de motivos geométricos. Se han encontrado además numerosos restos cerámicos, mármoles, cornisas, y entre 30.000 y 40.000 teselas.
Baños termales de Forua
Hacia el norte de la Península viajamos para encontrar los últimos restos termales hallados en Euskadi. Unos sondeos llevados a cabo por la empresa pública vasca de aguas permitieron descubrir lo que parecen ser los restos de los baños termales del poblado romano de Forua (Bizkaia). Las ruinas del poblado, que se cree que estuvo habitado entre los siglos I al IV dC es uno de los asentamientos romanos mejor conservados de Euskadi. Se considera un asentamiento atípico porque no responde al ordenamiento de una ciudad romana al uso en la época, sino a un poblado de carácter industrial. Los restos hallados ahora se corresponden a las termas del antiguo poblado.
Cámara caldaria en León
León, en el bimilenario de su fundación por Roma, ha sido protagonista con la aparición de unos hallazgos podrían corresponder al Praetorium, la casa del pretor, del comandante en jefe de la legión en la ciudad y podrían datarse entre los siglos I y III. Los restos arqueológicos, que fueron descubiertos en las obras de rehabilitación de las calles del casco histórico, se identifica con la cámara caldaria, los baños de la casa del pretor.
Piscina de agua caliente en Matabuey
La excavación arqueológica de la villa de campo romana ‘Matabuey’, en Nava de la Asunción (Segovia), ha puesto al descubierto la tumba de un niño o niña de entre tres y cinco años, bajo las termas del edificio, un palacio de la élite romana de los siglos I y V dC. Aunque se desconoce por qué la tumba estaba localizada debajo de las termas, lo que ya se sabe es que el palacio de campo de la aristocracia romana, tendría una extensión de entre 800 m2 y 1.000 m2 de planta, con granja agropecuaria, lugar para almacenar cereal, espacio para ganado y piscina de agua caliente de las dependencias termales.
En el último año, son varios los hallazgos termales que demuestran la amplia presencia romana en la Península. Los vestigios atestiguan una cultura termal y una tradición que ha pasado al caudal de nuestra propia historiografía.