Todos los hemos visto alguna vez por televisión, en revistas o navegando por Internet y nos hemos prometido visitarlos alguna vez en la vida. Aunque 2020 no ha sido el año en que, precisamente, hemos podido viajar.... ¡nadie nos impide hacer planes! Y como de sueños también vive el hombre... hacemos un repaso por los mercadillos más espectaculares de toda Europa. Apunta en tu lista de pendientes y, cuando termine todo esto, ¡no dudes en viajar y disfrutar de la vida!
Mercadillo de Estrasburgo (Francia)
No podemos empezar esta lista por otro lugar más indicado: la primera edición del mercadillo de Navidad de Estrasburgo se remonta al año 1570, por lo que está considerado como el más antiguo de toda Europa. Hay varios repartidos por toda la ciudad, pero el más importante se celebra en el barrio de la Gran Isla (o Grand Ile) y más concretamente en la Plaza de la Catedral de esta preciosa ciudad, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1988. Pero, además, la región de Alsacia a la que pertenece esta ciudad, tiene otros muchos mercadillos en pueblos pintorescos como Colmar o Mulhouse que son la mejor manera de comenzar esta ruta por los mejores mercadillos de Navidad de Europa.
Mercadillo navideño de Núremberg (Alemania)
Otro de los mercadillos más antiguos de toda Europa se encuentra en Alemania, uno de los países donde más tradición existe de este tipo de mercados. Es el de Núremberg, en el centro del país, data del año 1628 y se conoce como el Christkindlesmarkt en referencia a Christkind, el niño que tradicionalmente trae los regalos de Navidad en Alemania. Los artesanos y los vendedores de adornos de Navidad comparten espacio con coches de caballos y los espacios de comida en los que no faltan las salchichas ni el típico vino caliente que se toma en esta época del año. Además, muy cerca de esta ciudad se encuentra la de Frankfurt, que también tiene un famoso mercadillo de Navidad que, además, es uno de los más grandes del país.
Mercadillo navideño de Zúrich (Suiza)
Suiza es un país de tradiciones y la Navidad es una de las que más gusta a sus habitantes. No hay ciudad que no tenga, al menos, uno de estos mercadillos, pero las más grandes tienen varios repartidos por sus distintos barrios. Y si hay una ciudad suiza que destaca es la de Zúrich porque tiene tres mercadillos muy diferentes pero, al mismo tiempo, muy especiales: en el interior de la estación central de tren se encuentra el mercadillo cubierto más grande de Europa, con un árbol de Navidad de 15 metros de altura decorado con cristales de Svarovski; en Sechseläutenplatz, frente al edificio de la ópera, está el mercadillo Wienachtsdorf, junto al que se coloca cada año una pista de hielo; y en Werdmühleplatz se ubica el árbol de Navidad cantor, un lugar en el que cada día se reúnen cientos de personas para escuchar a coros cantando villancicos. Una ciudad con un absoluto espíritu navideño.
Mercadillo navideño de Tallin (Estonia)
Aunque el de Estrasburgo está considerado el mercadillo de Navidad más antiguo de Europa, lo cierto es que en la capital de Estonia ya decoraban la Plaza Raekoja más de un siglo antes, ya que comenzaron en 1441. Hoy en día siguen haciéndolo y cientos de personas visitan cada día este lugar en el que se mezclan los puestos de comida callejera con los artistas que van pasando por ese lugar ofreciendo lo mejor de sí mismos. Y si hay que elegir un día para visitar esta plaza mágica de Tallin ese debe ser el domingo, ya que hay un encendido de velas increíble que se queda grabado a fuego en el visitante. Además, podemos entregar a Papá Noel la carta con nuestros deseos, mientras sus renos descansan del viaje. ¿Qué más se puede pedir?
Mercadillo navideño de Praga (República Checa)
Terminamos este recorrido en Praga, uno de los mayores destinos turísticos europeos que, cuando llega la Navidad, es una apuesta ganadora por lo difícil que es resistirse a sus encantos. Tiene cinco maravillosos mercadillos navideños, cuatro repartidos por sus plazas más importantes y otro en el interior de su castillo. Cada uno tiene sus particularidades, pero nosotros nos quedamos con el de la Plaza de la Ciudad Vieja: ahí se encuentra su famoso reloj astronómico y cuando llegan estas fechas se transforma para albergar un precioso Belén y decenas de puestos callejeros de comida, artesanía, adornos de Navidad, etc. Un lugar mágico que es la mejor opción posible para convertirse en destino de Navidad.
Belenes, puestos de comida típica y vinos calientes, artesanos, coros en directo… y todo ello rodeado de una decoración única y de lugares con mucho encanto en los que se ubican. Estrasburgo, Núremberg, Zúrich, Tallin y Praga son, a nuestro juicio, los mejores mercadillos de Navidad de toda Europa, cinco destinos para conocer en algún momento de nuestra vida.