Alivia el dolor, mejora la circulación, alivia el estrés, aumenta la relajación y es una terapia efectiva para según qué tipo de lesiones. Los beneficios de la masoterapia la han convertido en una de las técnicas más extendidas con diferentes objetivos terapeúticos. En Caldaria, os explicamos qué es la masoterapia: su historia y principales beneficios.
Contra dolores musculares, fatiga, malestar articular… La masoterapia es una práctica dentro de la fisioterapia en la que se utilizan distintas técnicas de masajes para tratar múltiples lesiones y dolencia. Su práctica ha evolucionado a lo largo de los siglos.
Historia de los masajes
Existen evidencias de que diferentes civilizaciones antiguas utilizaban ya estas técnicas, desde China y Corea, pasando por Egipto, Roma, Grecia o Mesopotamia.
Precisamente algunos de las primeras referencias sobre los masajes nos llevan hasta China (2700 a.C.). En esta cultura, estas técnicas formaban parte fundamental de su medicina tradicional. Emperadores y autoridades contaban con masajistas personales que atendían sus dolencias. Egipto (2500 a.C.) o la India también repararon en el potencial de los masajes.
Fueron los griegos los primeros en dejar constancia explícita de estas técnicas. Se cree que eran usuarios habituales de estos masajes pensando en mejorar su rendimiento físico y deportivo. Y qué decir de los romanos, conocedores también del potencial del agua termal, terapias que combinaban con los masajes.
Con la llegada de la Edad Media y la expansión del cristianismo y sus severas normas morales, los masajes perdieron popularidad, hasta la llegada del Renacimiento. Con los nuevos tiempos y nuevos cánones de belleza, el cuidado del cuerpo y la piel le devolvió protagonismo a estas técnicas.
Ya en los siglos XX y XXI las técnicas manuales comenzaron a encontrar apoyo en la tecnología médica, además de ir evolucionando en su propia naturaleza.
En definitiva,el uso de diferentes tipos de masajes han servido como terapia desde tiempo inmemoriales y siguen siendo el tratamiento más recomendado en multitud de casos.
¿Qué es la masoterapia?
Pero, ¿qué es la masoterapia y quién puede ser masoterapeuta? De forma muy sintetizada se puede definir como el uso de masajes para tratar, curar o mejorar diferentes patologías. En la práctica esto se traduce en multitud de técnicas -en constante evolución- en distintas partes del cuerpo para descontracturar, relajar, mejorar la circulación…
¿Masaje o masoterapia?
La principal diferencia entre un masaje y la masoterapia es que el primero se aplica a nivel más superficial y su objetivo no tiene por qué ser terapéutico.
- El masaje tiene un objetivo netamente de relajación. En personas deportistas es recomendable después de su actividad física para relajar los músculos después de una sesión de entrenamiento. También en personas sedentarias o mayores tiene como finalidad la relajación.
- La masoterapia se incluye como especialidad de la Fisioterapia. La aplicación de diferentes técnicas permite liberar los tejidos profundos y actuar en varias sesiones sobre dolencias musculares localizadas.
En el caso de tener un fin terapéutico debe ser realizado por un fisioterapeuta. Si se trata de un masaje de relax o deportivo (sin lesión anterior) puede efectuarlo un quiromasajista.
Beneficios de ir a un masoterapeuta
Aunque las indicaciones y beneficios de la masoterapia depende de cada tipo y zona trabajada hay una serie de cuestiones destacables.
- Mejora la circulación sanguínea.
- Reduce el dolor como también lo hace la balneoterapia: especialmente en lesiones traumáticas.
- Estimula el sistema muscular y fortalece los músculos.
- Aumenta la elasticidad de la piel.
- Mejora la movilidad de las articulaciones.
- Ayuda en la relajación.
- Estimula órganos del aparato digestivo.
Tipos de masajes
Dependiendo de su función puede establecerse una detallada clasificación del tipo de masajes.
Por un lado tenemos los masajes circulatorios, aquellos que trabajan para activar el flujo sanguíneo y la eliminación de toxinas, un tipo que se complementa con los masajes descontracturantes. Este segundo tipo se centra en un músculo o grupo de músculos contracturados. A través de su manipulación se consigue relajar y eliminar las molestias.
Los deportistas también se benefician de las propiedades de los masajes. Para ellos existen técnicas concretas que se aplican sobre los grupos de músculos que intervienen en cada actividad deportiva. De este modo, el estado y rendimiento físico alcanzará mejores niveles.
Nuestro aspecto y nuestro sistema nervioso también se aprovechan de los masajes. Existen masajes estéticos en los que se conjugan técnicas circulatorias y modeladoras que actúan sobre partes determinadas del cuerpo. Normalmente este tipo de masajes buscan reducir volumen y tonificar.
El último de los grandes grupos de masajes son los relajantes. Como su propio nombre indica, este tipo de masajes propician la relajación muscular y contribuye al equilibrio entre cuerpo y mente.
Pero esta es solo una clasificación general. Los masajes ofrecen un gran abanico de posibilidades. Pueden acompañarse de envolturas de chocolate, algas, piedras calientes, cañas de bambú o aromaterapia, todo pensado para completar una experiencia extraordinaria.
Cómo hacer un masaje relajante en casa
Aunque ya hemos visto la diferencia entre un masaje relajante y la aplicación de las técnicas de masoterapia (en cualquiera de los casos, siempre es aconsejable ponerse en manos de especialistas y profesionales). Un masaje mal realizado puede comportar lesiones inesperadas, molestias y contraindicaciones al presionar puntos inadecuados o manipular de forma incorrecta músculos y ligamentos. Por ello, os recomendamos un sencillo masaje relajante en casa para aliviar las tensiones que la situación actual nos provocan. Aquí os dejamos algunos consejos:
- Es importante mantener una presión suave sobre la zona (en este caso, cuello y espalda) y un ritmo adecuado con movimientos lentos y repetitivos. Los profesionales combinan este nivel básico con otro tipo de movimientos y acciones así como la aplicación de técnicas de calor.
- Crea un ambiente adecuado. Busca un lugar apartado en casa y propicio a la relajación.
- Antes de empezar el masaje, lávate las manos y caliéntalas un poco.
- Es recomendable utilizar aceites esenciales.
- Para un masaje de cuello, es recomendable que la persona esté sentada.
- Empieza en la base del cuello, aplicando sólo un dedo de cada mano hacia los lados del cuello y hacia los hombros y luego desliza la mano entera por toda la superficie del cuello.
- Localiza los nudos en cuello y hombros y aprieta los músculos tensos con los pulgares. Coloca los dedos sobre los nudos y, con los otros cuatro dedos sobre los hombros, realiza movimientos rotativos para liberar la tensión muscular.
- Realiza movimientos circulares en los omóplatos.
- La columna vertebral es una zona delicada así que recomendamos que sea un profesional quien realice los movimientos en esta zona para ayudar liberar tensión.
Consejos coronavirus: mantener rutinas y relajación
La situación de confinamiento provocada por el coronavirus puede acarrear emociones encontradas de difícil gestión. El estrés y ansiedad provocados por el aislamiento y la preocupación por la enfermedad son una realidad. Los expertos aconsejan mantener una rutina que nos ayude en el día a día, una dieta saludable y ejercicio regular, mantener nuestra actividad en la medida de lo posible dentro de casa, cuidar las relaciones con nuestros amigos y familiares y aplicar técnicas de respiración profunda, meditación y relajación muscular.
La masoterapia es una técnica con una larga historia e innumerables beneficios. No lo dudes y repón fuerzas con un masaje. Consulta los programas y tratamientos de los balnearios Caldaria que incluyen un buen catálogo de técnicas.
