Cuando pensamos en agua termal lo primero que se nos viene a la mente es un balneario en el que poder relajarnos y beneficiarnos de sus diferentes tratamientos. Sin embargo, el uso del agua termal va mucho más allá. ¿Sabías que el agua termal es ya un indispensable en el botiquín de muchas familias? Descubre 10 usos del agua termal.
Las aguas termales son aquellas aguas minerales que brotan del suelo a una temperatura que supera los 5 grados (algunas pueden superar los 100º). Estas dos características básicas (la mineralización y la temperatura) hacen que tengan muchas propiedades terapéuticas. No hay dos aguas termales idénticas ya que su composición -y, por lo tanto, sus características- dependerán de la cantidad y tipo de minerales y oligoelementos que contengan.
Conscientes de los beneficios del agua termal, diferentes marcas han diseñado un formato con pulverizador para facilitar su uso en nuestra vida diaria. De hecho, forma ya parte de la rutina de limpieza facial de muchas mujeres. Se trata de un producto 100% natural, por lo que no tiene efectos secundarios, con un gran poder hidratante, antioxidante y antiinflamatorio.
Hidratación
Las aguas termales tienen un gran poder hidratante, por lo que son perfectas para personas con piel seca o sensible. También se pueden usar en ambientes que producen sequedad cutánea, como oficinas con aire acondicionado, aviones o lugares con temperaturas muy elevadas.
Psoriasis
Las consecuencias de la psoriasis -cuya principal manifestación es la descamación de la piel- pueden aminorarse con el uso de agua termal por sus propiedades antiinflamatorias.
Quemaduras
Pulverizar la piel con agua termal contribuya a que se recupere cuando se producen pequeñas quemaduras por accidentes en la cocina o el trabajo, por ejemplo. Asimismo, ayuda a que se regenere tras una exposición inadecuada al sol.
Cicatrización y rozaduras
Pulverizar con agua termal heridas superficiales, como un arañazo o el corte de un cuchillo, acelera el proceso de cicatrización. Además, este producto mitiga el dolor/molestias que suelen producirse cuando nos hacemos un tatuaje, así como las rozaduras de determinadas prendas de ropa, especialmente cuando sudamos.
Depilación y afeitado
Tanto la depilación con cera como la fotodepilación producen quemazón y enrojecimiento de la piel. El agua termal merma esos efectos, estabilizando el PH y contribuyendo a su regeneración. Por eso es un buen producto para después del afeitado.
Fijación del maquillaje
Un truco para que el maquillaje dure más tiempo es pulverizar el rostro con agua termal; no solo se fijará mejor sino que también la piel quedará hidratada. Sin embargo, para desmaquillarse es más aconsejable el agua micelar.
Dermatitis del pañal
El agua termal se puede aplicar a bebés (su composición es 100% natural) en caso de dermatitis de pañal o sarpullidos, así como rojeces que suelen producirse cuando hace calor.
Antienvejecimiento
Además de su efecto antioxidante, el agua termal favorece la regeneración celular y protege la piel frente al envejecimiento. Esto es, principalmente, por la presencia de magnesio y manganeso, activadores de la superoxidismutasa, encargada de proteger las membranas celulares de la oxidación que se produce cuando nos exponemos a la radiación del sol.
Después de realizar deporte
Cuando practicamos deporte es habitual que el rostro quede congestionado y enrojecido. Una forma de paliarlo es aplicando agua termal sobre la cara, lo que también ayuda a recuperar los minerales que se pierden al sudar.
Como ves, las propiedades y beneficios del agua termal son muy variables. ¿Forma ya parte de tu botiquín o de tu rutina diaria para limpiar el cutis?