La dieta Mediterránea se lleva la fama pero tiene una prima hermana también muy saludable y aconsejable: la dieta Atlántica. Caracterizada por el consumo de alimentos frescos y de calidad (entre los que destacan los pescados, la carne, las verduras y el aceite de oliva) en ella los métodos de preparación son fundamentales. ¿El resultado? Una dieta saludable con muchos beneficios para nuestro cuerpo. En el blog analizamos las claves de la dieta Atlántica. ¡Toma nota!
Claves de la dieta Atlántica: alimentos
En la dieta Atlántica priman los productos del mar y de la tierra sin artificios. De hecho, la calidad es una de las señas de identidad de esta dieta; por eso, sus comidas no necesitan de muchos condimentos ni especias para tener un buen sabor.
En ella la base son los alimentos frescos, de temporada y de ámbito local. Llevada al extremo deberían prevalecer los productos “de casa”, es decir, procedentes de animales criados por nosotros mismos y verduras cultivadas en nuestros huertos (o por alguien de confianza en explotaciones pequeñas).
En el decálogo de la dieta Atlántica estarían:
- Uso de aceite de oliva tanto para cocinar como aderezar en crudo.
- Consumo habitual de pescados (con presencia destacada del pescado azul) y marisco, tanto en fresco como congelados o en lata.
- Ingesta elevada de alimentos procedentes de vegetales: verduras, cereales, frutas, legumbres, patatas, castañas… Entre ellas hay prevalencia de las de género brassica, como grelos, nabizas, repollo o berzas.
- Consumo de carne, principalmente de cerdo, vacuno, aves y caza.
- Presencia diaria en la dieta de productos lácteos, destacando los quesos.
- Consumo moderado de vino, habitualmente en las comidas.
Formas de preparación
La forma de preparar los alimentos es una de las señas de identidad de la dieta Atlántica. En ella predomina el cocinado sencillo y lo más natural posible para mantener la calidad de las materias primas, su sabor y sus valores nutritivos. Por eso, el guisado, la cocción (muy lenta) y la brasa son las formas de preparación preferentes. Hay una prevalencia de los platos de cuchara, especialmente de aquellos que requieren de una elaboración con tiempo, como el caldo gallego. Excepcionalmente se utiliza la fritura (en aceite de oliva) y los empanados.
¿Dónde se consume más?
La dieta Atlántica no es exclusiva de un país o una región. En ella se puede englobar a parte de España (concretamente a Galicia, Asturias, País Vasco y Cantabria), norte de Portugal, el Reino Unido (Gales, Cornualles, Irlanda y Escocia) y la Bretaña francesa. Lógicamente cada una de estas zonas tiene sus particularidades gastronómicas y platos específicos, pero mantienen en común muchas de las materias primas y formas de elaboración.
Una dieta cardiosaludable
La principal diferencia entre la dieta Mediterránea y la Atlántica es que en esta última hay una mayor presencia de proteínas en detrimento de los hidratos de carbono. ¿La explicación? El consumo de pescado, carne roja y legumbres.
La dieta Atlántica tiene una gran cantidad de ácidos Omega 3 (por el aceite de oliva, el pescado azul o verduras de hoja verde) -fundamentales en la protección cardiovascular y de las células frente al envejecimiento - así como proteínas y minerales, como el calcio. La presencia de elementos antioxidantes se complementa con las verduras, frutas y aceite de oliva, que también son clave para la regeneración de tejidos.
El elevado contenido en fibra (procedente de las verduras, frutas, cereales o leguminosas, así como lácteos fermentados) contribuye a regular el equilibrio de la flora intestinal y evitar el estreñimiento. Además, la propia forma de elaborar los alimentos -controlando el exceso de grasa y la cocción excesiva- también influye en que sea una dieta saludable y muy recomendable. Eso sí, hay que combinarla con las recomendaciones básicas de realizar ejercicio físico regularmente, evitar el consumo de café, alcohol y tabaco e hidratarse adecuadamente.
La dieta Atlántica no entiende de prisas, ni a la hora de elaborar la comida ni a la hora de disfrutarla. Lo de comer en familia o con los amigos con sobremesas que se prolongan hasta media tarde también forma parte de su esencia.