El turismo de monasterios ha sobrevivo a la pandemia, por ello hoy viajamos a la Ribeira Sacra para conocer una de las edificaciones religiosas e históricas de la zona. Dejamos atrás el Monasterio San Salvador de Ferreira o el Monasterio de Santa Cristina de Ribas de Sil, más conocidos, y hoy visitamos el Monasterio de Santa María de Montederramo.
Declarado Bien de Interés Cultural, hoy sin orden religiosa, perteneció al cisterciense. En su fachada e interior reconocerás diferentes estilos artísticos: desde el románico al renacentista y gótico. Si aún no lo conoces, quizás te suene porque el segundo claustro de Montederramo sirvió como localización de la película, Los Girasoles Ciegos. ¿Quieres saber más?
Turismo de monasterios
Pese a las medidas de restricción y el aforo reducido que se impone en el sector turístico, el turismo de monasterios resiste a la pandemia. En julio, más de 7.000 personas han visitado monasterios de la provincia. Las buenas cifras de visitantes, lejos, sin embargo, de los datos marcados en años anteriores, se debe en buena medida a conjuntos tan conocidos como Santa Cristina de Ribas de Sil o Santa María de Xunqueira de Espadanedo y también al Monasterio de Montederramo.
Historia del Monasterio de Montederramo
El primitivo monasterio no estaba ubicado en el actual Montederramo, sino en Seoane Vello bajo la denominación de San Juan, que perteneció a la orden benedictina. Muchos historiadores atribuyen el inicio de su historia al documento fundacional que con fecha de 1124 fue otorgado por Doña Teresa de Portugal, hija de Alfonso VII. Otros autores lo dan como cisterciense en el año 1153, en que tomó la advocación de Santa María. En todo caso, en 1528 se unió a la Congregación del Císter comenzando entonces la reconstrucción del edificio. La actual casa cenobial data del siglo XII y fue renovada y ampliada en los siglos XVI y XVII.
Cómo es el Monasterio de Santa María de Montederramo
La iglesia, obra de Juan de Tolosa, autor del Hospital de Medina del Campo, se acabó de construir en el año 1607. Cuenta con planta de cruz latina con tres naves de cinco tramos en el brazo mayor y cinco capillas rectangulares. Las naves tienen bóvedas de crucería ojival. La fachada de la iglesia es un ejemplo de estilo herreriano en Galicia. En su interior destaca el retablo mayor, obra del escultor gallego Mateo del Prado.
Cuenta con dos claustros que fueron construidos en el siglo XVI y en el más antiguo (el reglar o procesional) se combinan elementos tardo-góticos, estilo manuelino portugués y otros motivos renacentistas. El claustro de hospedería es íntegramente renacentista. También destaca su monumental escalinata de bajada a la iglesia.
La fachada principal del monasterio está conformada por la fachada de la iglesia y el ala norte del Claustro de la Portería formando un ángulo recto creando una amplia plaza.
Con la desamortización de Mendizábal del siglo XIX, el monasterio fue adquirido por un particular. En la actualidad, las dependencias donde vivían los monjes siguen en manos privadas. La parte pública se ha visto sometida a una nueva rehabilitación, esta vez más reciente. En junio de 2020 se llevó a cabo el acondicionamiento de espacios para la visita turística del convento actuando sobre el claustro reglar además de la limpieza de la costra biogenética que se había ido acumulando durante décadas.
Monasterio y vino
A lo largo de la Edad Media, la iglesia se convirtió en la mayor propietaria de terrenos agrícolas en la Ribeira Sacra. Aglutinados en torno a una amplia red de monasterios, parte de ellos se dedicaron al cultivo de la vid. El medievalista Víctor Rodríguez Muñiz asegura que las posesiones vitícolas del monasterio de Montederramo se extendían desde Parada de Sil y Doade hasta San Fiz de Cangas.
¿Necesitas más razones para visitar el Monasterio de Montederramo? Historia, patrimonio, entorno natural, vino… Recuerda que desde el 8 de julio de 2020 es necesario reservar con antelación para visitar este monasterio. Puede hacerlo en el siguiente enlace.