Si pensamos en aguas termales lo más probable es que nos venga a la cabeza la imagen de un balneario o unas termas, es decir, un uso vinculado al baño. Sin embargo, una reciente investigación ha descubierto que los primeros humanos cocinaban con agua termal, incluso antes de haber dominado el fuego.
El descubrimiento ha sido realizado por el Olduvai Paleonthropology and Paleoecology Project (Proyecto de Paloentropología y Paleocología Olduvai, TOPPP por sus siglas en inglés), proyecto que depende del Instituto de Evolución de África (IDEA) de la Universidad de Alcalá de Henares (UAH).
Este proyecto TOPPP trabaja en la garganta de Olduvai, en el norte de Tanzania, donde se cree que está la cuna de la civilización humana. Esta área contiene importantes yacimientos arqueológicos que abarcan dos millones de años y en ella se han descubierto fósiles de las especies Homo habilis y Homo erectus. Te contamos más sobre cómo los primeros homínidos hacían uso del agua termal.
Presencia de agua termal
La investigación, publicada en la revista estadounidense Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), señala que el análisis de determinados biomarcadores microbianos encontrados en las excavaciones revela un paisaje hidrotermalmente activo –esto es, la presencia de aguas termales- en la garganta de Olduvai durante el periodo achelense. Así, entre estos marcadores presentes en la vegetación y la fauna de hace 1,7 millones de años, se encontraron unos lípidos que generan algunos microorganismos a altas temperaturas, los mismos que produce la bacteria Thermocrinis ruber, que está presente habitualmente en ambientes acuáticos muy calientes, a temperaturas de más de 80º. En la actualidad esta bacteria se ha encontrado en fuentes termales, de lo que se deduce la presencia de agua muy caliente en el entorno de este yacimiento.
Según el estudio, firmado por los tres codirectores del TOPPP (Manuel Domínguez-Rodrigo, profesor de Prehistoria en la Universidad Complutense, Enrique Baquedano, director del Museo Arqueológico Regional de Madrid, y Audax Mabulla, del departamento de Arqueología de la Universidad de Dar es Salaam) junto a otros ocho investigadores, se han encontrado evidencias de hidrotermalismo cerca de sitios intensamente utilizados por los primeros homínidos en esta zona de África. “La actividad geotérmica descrita (…) puede haber proporcionado ventajas, como cocinar, que no se habían contemplado previamente en el contexto de la evolución humana”, señala la publicación. “Las características y recursos hidrotermales presentes en la garganta de Olduvai pueden haber permitido a los primeros homínidos procesar térmicamente plantas comestibles y carne, lo que respalda la posibilidad de una etapa previa al fuego en la evolución humana”, prosigue la investigación.
Ventajas de cocinar los alimentos
El hallazgo de restos de animales muertos cocinados en el entorno de las excavaciones hace pensar en la utilización de las aguas termales para cocinar, que supuso una auténtica revolución en la vida de estos primeros humanos. Al cocinar los alimentos no solo los hacían más digeribles, también eliminaban potenciales bacterias dañinas y, además, pudieron añadir a su dieta carbohidratos, procedentes de los abundantes tubérculos presentes en el ecosistema de sabana donde vivían.
Hasta ahora se creía que nuestros antepasados habían empezado a cocinar gracias al fuego, que se estima fue descubierto hace 1,6 millones de años por el Homo erectus. El dominio del fuego supuso un salto en la evolución humana, al permitir a estos primeros hombres mejorar su alimentación e incrementar así su socialización y su demografía. No obstante, ahora sabemos que, antes que del fuego, algunos de nuestros antepasados ya sacaron partido de los recursos termales y aprovecharon las ventajas de su uso en la cocina.
¿Sorprendente, verdad? Pues no han sido los primeros homínidos los únicos en utilizar el agua termal para cocinar ni es esta su única utilidad diferente al baño. Sigue leyendo si quieres descubrir qué otros usos se le puede dar al agua termal.