Cerca del balneario Abadía de Arnoia, en pleno corazón del Ribeiro, se encuentra un pueblo de los más bonitos del suroeste orensano, Celanova. No podemos hablar de esta villa sin referirnos al monasterio de San Salvador, eje de la vida comarcal y social de la zona y centro de educación y cultura gracias a una figura de vital importancia, San Rosendo. Clave para el desarrollo de Celanova, San Rosendo fundó el monasterio benedictino en el siglo X, en torno al cual fue creciendo tanto la villa como el conjunto monástico que se convierte en uno de los más poderosos de la península. Por su fundador se le conoce también como Monasterio de San Rosendo, fue declarado Monumento histórico nacional desde 1931 y Bien de Interés Cultural.
San Rosendo, un noble obispo
San Rosendo, hijo de los condes Guiter Menéndez e Ilduara Eiriz, nace el 26 de noviembre del año 907. Como obispo de Mondoñedo y Santiago y una de las personas más influyentes de la Galicia de la época, se convierte en promotor de la fundación de numerosos monasterios por todo el noroeste peninsular y alrededor del año 936, elige Celanova para construir el de San Salvador.
Su familia, perteneciente a la alta nobleza gallega, otros nobles y miembros de la realeza, ayudan al enriquecimiento del monasterio con numerosas donaciones llegando a ser uno de los más ricos de España. Se convierte también en centro de referencia para más de 50 monasterios, abadías y prioratos del norte de España, como es el caso de la Abadía de Arnoia, convertido ahora en uno de los balnearios Caldaria. Este priorato benedictino del siglo XVI dependía directamente del monasterio de San Rosendo y tenía la función de abastecerles de productos agrícolas y de pesca.
La primera comunidad que dirige la institución, seguidora de los postulados de la regla benedictina, está compuesta por cerca de treinta monjes procedentes del Monasterio de Santo Estevo de Ribas del Sil. El obispo nombra como abad al rector de San Esteban de Ribas de Sil, Franquila, su intención era retirarse en el monasterio de San Salvador de Celanova, pero no pudo hacerlo hasta el año 974 cuando regresa y donde muere el 1 de marzo del año 977.
Patrimonio artístico del conjunto monumental
De su fundación en el siglo X solamente se conserva la pequeña capilla de San Miguel, declarada Monumento Nacional en 1923, es una joya arquitectónica del prerrománico español. El resto de edificaciones fueron construidas entre los siglos XVI al XVIII. El conjunto está enclavado en la Plaza Mayor de Celanova, rodeado de un conjunto de casas de piedra con galerías y blasones y una fuente del s. XVIII en el centro de la plaza, que en su origen estaba en uno de los claustros.
La capilla de San Miguel es una de las pocas obras que se conservan de la arquitectura mozárabe. Orientada en el eje este-oeste, durante los equinoccios de primavera y otoño el sol entra en el ábside por una ventana estrecha orientada hacia levante y sale por otra del cuerpo central orientada hacia poniente. Se trata de un pequeño oratorio de una sola nave, transepto y ábside, levantado en sillería de granito, típico de la zona, donde las bóvedas son de cañón de arista y la cúpula peraltada.
El conjunto arquitectónico que compone el conjunto del monasterio de San Rosendo es uno de los más bellos ejemplos del barroco gallego, consta de iglesia y dos claustros adosados sucesivamente por el lado sur. La fachada de la iglesia se construye entre 1642 y 1653 sobre la antigua románica, sufriendo algunas remodelaciones en el siglo XVIII. Sobre la puerta central destaca la figura de San Benito, San Rosendo a la derecha y San Torcuato, co-patrón de la villa, a la izquierda. A la derecha de la fachada está el claustro reglar (conocido popularmente como claustro barroco) construido entre los s. XVIII, XIX. Al extremo sur se encuentra la portada de la portería conventual, y seguido, retranqueado con respecto al resto del conjunto, está el segundo claustro (conocido como claustro del poleiro). Este claustro tiene una curiosa balconada sostenida por grandes ménsulas características de la arquitectura popular gallega, que alberga hoy el instituto de enseñanza.
Ruta de peregrinación
Con el desarrollo de las peregrinaciones a Santiago de Compostela, Celanova se convierte en uno de los enclaves de la Vía Nova, procedente de Oporto. En el s. XVI la reina santa Isabel de Portugal pasa por Celanova en su peregrinación, dando fe de la relevancia de este lugar.
Crisis históricas
En el siglo XV, el monasterio de San Salvador de Celanova sufre la crisis provocada por el Cisma de Occidente (1378-1417) que afecta a todos los monasterios de todas las órdenes. Las epidemias, la falta de vocaciones y la mala administración lo suman en una profunda crisis, quedando bajo la adhesión del Monasterio de san Benito de Valladolid. Sufre una renovación arquitectónica, alejada de la austeridad y pobreza de los primeros tiempos, donde se reforman y amplían los edificios para albergar las nuevas comunidades. Se amplía sacristías, refectorios, hospederías y las habitaciones del abad, para incorporar salas de reunión, biblioteca, cocina, dormitorios, en una estructura casi al estilo de los pazos, en la que se incluye la monumental escalera. Este período lleva al monasterio a un nuevo auge, pasando de siete monjes a cincuenta y nueve, en los que anexiona prioratos como el de Santa Comba de Naves y el de San Pedro de Rocas, y recupera el dominio de las tierras usurpadas, con una superficie total de 422 kilómetros cuadrados.
Con la desamortización del XIX, el abandono de tierras y bienes supone un nuevo reparto del monasterio, que cambia sus funciones. El cenobio benedictino pasó a ser cuartel para la milicia, escuela pública, ayuntamiento, etc. y la iglesia conventual pasó a ser iglesia parroquial, cediendo el protagonismo a los vecinos de la villa. Entre los años 1869 y 1929 la mayor parte del edificio se utilizó como colegio de los Padres Escolapios. Durante la guerra civil fue cárcel, con más de 1800 presos, como el ilustre Celso Emilio Ferreiro (dicen que en su celda escribió su poema más conocido: Longa Noite de Pedra), hasta la actualidad que se utiliza como Instituto de Enseñanza Secundaria y como sede de diferentes instalaciones municipales, oficina de turismo, o biblioteca, entre otros.
El monasterio de San Rosendo de Celanova es una maravilla para visitar si estás de turismo por Galicia. Hay visitas guiadas al claustro barroco, refectorio, cocina, iglesia conventual, sacristía, capilla de San Miguel y coro alto. Para terminar puedes ir de tapeo por los bares más típicos de la villa y después descansar en el balneario Abadía de Arnoia.