En plena Sierra de Bande, en Monte Grande, se encuentra un parque arqueológico único. Podrás viajar de la Prehistoria a la Edad Media, rodeado de bosques y surcados por ríos con las mejores aguas del mundo.
Hace más de 6.000 años, los pobladores de esta región de Ourense honraban a sus muertos con unos impresionantes tumultos funerarios: las mámoas. Muchos de ellos han estado enterrados y olvidados durante milenios. Ahora, se han rescatado en el Parque Arqueológico de Monte Grande, un lugar donde la historia vuelve a la vida rodeada de naturaleza.
Son auténticas joyas del Neolítico: construcciones que pueden comprender menhires, círculos líticos y dólmenes; algunas tienen hasta corredores. Estamos ante sorprendentes estructuras levantadas sin ninguna maquinaria y que han sido restauradas de la misma manera.
El trabajo de adecuación de este parque arqueológico se ha realizado por los comuneros de Bande respetando el entorno y la historia. Así, se han retirado los troncos y escombros que cubrían muchas mámoas solo usando la tracción animal, respetando y documentando su esencia.
El resurgir de las necrópolis de Monte Grande
Encontrar y sacar a la luz estas mámoas no ha sido una tarea sencilla. En el Neolítico, cuando acababan los enterramientos, clausuraban la zona con tierra. Por lo tanto, sobre ellos ha crecido durante milenios un manto vegetal.
Las mámoas se han dejado intactas, sin excavar, pero se han liberado de toda la vegetación. En total, hay localizadas dos necrópolis, formadas por ocho mámoas y diversos petroglifos (grabados rupestres en rocas) de unos 4.500 años de antigüedad.
Todo el entorno respira magia. No es de extrañar que de estas tumbas prehistóricas hayan surgido tantas leyendas y folclore, como las mismísimas “mouras”, seres de cabellos rubios y tez blanca que guardaban los tesoros de la tierra y del agua; una especie de hadas que solo se aparecían a los más afortunados (también se las conocía como “madamas” o “domas”).
La historia en estado puro
A la entrada de este parque arqueológico (a menos de dos kilómetros de la villa de Bande) encontrarás un área de información, rodeada de antiguas esculturas de guerreros célticos: Ocaere y Bandua. Te darán la bienvenida a un fascinante viaje en el tiempo, desde la Prehistoria hasta la Edad Media.
En Monte Grande encontrarás rutas que podrás realizar a pie, en bici, en todoterreno o a caballo. Las auténticas joyas son las mámoas, pero también podrás descubrir petroglifos de la Edad del Cobre, huellas romanas o estructuras de caza medievales…
Los siglos discurren en Monte Grande, un territorio de bosques, sotos y las denominadas “carballeiras” (robledales centenarios). Allí, puedes encontrar multitud de fauna, como corzos, jabalíes, zorros e incluso podrás ver huellas de uno de los grandes protagonistas del parque: el lobo.
Bajando por las pistas forestales, puedes descubrir el famoso “O Foxo do Lobo”, una estructura medieval destinada a la caza. Es una construcción de piedra, cuatro muros en forma de cruz, orientados hacia los cuatro puntos cardinales. Arrancaban un kilómetro antes y acababan convergiendo en una trampa. Los cazadores o loberos, haciendo ruido con varios instrumentos, iban conduciendo al animal hacia el interior del foso, donde quedaba atrapado.
Este “foxo” en forma de cruz está datado en el siglo XV y estaba abandonado y cegado por la vegetación desde hace casi 200 años. Sin embargo, era una estructura de caza tan importante que hasta Alfonso X ‘El Sabio’ habla de él en su libro de monterías. Este foso marca el origen de una bella ruta de senderismo, de 21 kilómetros, quizás la más famosa de Monte Grande; pero hay muchos otros senderos, adecuados para distintos estados de forma física.
Rutas cargadas de tesoros
Puedes hacer diferentes marchas uniendo todos estos tesoros arqueológicos: desde las mámoas de las denominadas Tierras Blancas, a las del Arándano, del Camino o de la Fonte Santa, pasando por los petroglifos del Arieiro y el hoyo del lobo de las Covateiras.
En esta sierra también encontrarás los que muchos aseguran que son “las mejores aguas del mundo”. Estamos en un cordal montañoso formado por las aguas del valle del Limia y el curso medio del Arnoia. El camino está rodeado de bellos lagos naturales, miradores, viveros y áreas de ocio y descanso.
Los aficionados a la botánica también encontrarán su jardín del Edén: impresionantes masas de flora autóctona conviven con el trabajo de repoblación que se ha realizado con las coníferas. Parece mentira que hace apenas unos años un terrible incendio forestal devastara un inmenso bosque de abedules, uno de los más extensos de la provincia, que se encontraba en esta zona.
Además, en la región de Bande también puedes descubrir huellas de dinosaurio, ver bellísimas iglesias visigodas (algunas de las más antiguas de Galicia) o visitar Aquis Querquennis, un campamento militar romano, así como la mismísima Vía Nova, construida por el emperador Vespasiano en el siglo I y que usaban los antiguos legionarios para ir de Astorga a Braga.
Aprovecha las instalaciones del balneario Caldaria de Lobios y disfruta de las mejores aguas termales del mundo mientras visitas una zona cargada de historia y leyendas. El Parque Arqueológico de Monte Grande te está esperando.
