Las vacaciones es el momento de viajar, conocer nuevos lugares y relajarse, pero también de disfrutar y cometer excesos respecto al resto del año. Y esos excesos suelen implicar, irremediablemente, unos kilos de más al final del verano. Sin embargo, comer y beber de forma saludable es posible y, para que pongas en práctica estos consejos a lo largo de tus vacaciones, vamos a ofrecerte un decálogo de consejos sobre dieta saludable para no engordar este verano.
Comienza el día con un desayuno sano
Saltarse la primera comida del día es una mala idea, ya que está demostrado que, a la larga, provoca un aumento de peso. Por esa razón, es fundamental desayunar y, además, hacerlo de manera sana. Intenta evitar la bollería industrial y apuesta por alimentos saludables, como todas estas opciones: una tostada de pan integral o de espelta, aguacate, pavo, jamón serrano, huevos (cocidos o en tortilla francesa), aceite de oliva y una pieza de fruta como kiwi o melocotón. Añade a cualquiera de estos ingredientes té o café y tendrás un desayuno perfecto.
Apuesta por las ensaladas
Los expertos en nutrición recomiendan seguir la dieta mediterránea como ejemplo de saludable. En este tipo de alimentación destacan las verduras y hortalizas, así que hay que aprovechar sus magníficas propiedades y sus precios asequibles para tomar un buen plato de ensalada tanto en la comida como en la cena.
Alimentos ricos y sanos
En verano se come de todo y, además, en muchos casos se hace en exceso. No hay que privarse de nada, porque para eso estamos de vacaciones, pero sí que se pueden recomendar algunos alimentos que son muy sanos y que aportan pocas calorías. Un buen ejemplo son los espetos de sardinas, tan tradicionales de estas fechas, pero también cualquier tipo de pescado azul (ricos en omega 3), mariscos, etc.
¿Se pueden comer fritos y rebozados?
Una buena dieta es la que contiene todo tipo de alimentos y sí, se pueden comer fritos, aunque por supuesto no deberías hacerlo todos los días. En estos casos, la recomendación es utilizar aceite de oliva virgen extra para freír y, siempre que sea posible, que no se haya utilizado antes. En el caso de los rebozados, intenta sustituir el pan rallado tradicional por pan de soja: es mucho más sano.
Di sí a la plancha
Una de las maneras más sanas de cocinar los alimentos es por medio de la plancha, ya que apenas se utiliza aceite y, por tanto, la comida tendrá menos calorías. Carnes, pescados, verduras… todo sabe muy rico en una plancha y puedes acompañar los platos con una patata cocida para completar una comida rica y sana al mismo tiempo.
La importancia de los tentempiés
Cuando tenemos hambre entre horas, antes o después solemos caer en la tentación de los dulces o, sobre todo en verano, los helados. Sin embargo, una de las mejores opciones es comer un puñado de frutos secos porque son saciantes y, a la vez, ricos en proteínas, fibra, vitaminas, minerales y antioxidantes. Además, son buenos para luchar contra el colesterol y ayudan a regular el tránsito intestinal. Nueces, pistachos, almendras o avellanas son siempre una buena opción para comer entre horas.
Cuidado con la fruta
El melón, la sandía o las cerezas son algunas de las frutas de verano más consumidas. Son ricas y, además, contienen mucha agua para ayudarnos a hidratarnos correctamente. Sin embargo, si comemos más de lo normal podemos tener el mismo problema que con otro tipo de alimentos, porque también contienen calorías. Por eso, la recomendación es no comer más de 200 gramos de fruta en cada ración y, a ser posible, hacerlo entre horas, mejor que al final de la comida o la cena. Y, si puedes, cambia los plátanos y las uvas (más calóricos) por peras, melocotones o manzanas.
No renuncies a una caña
Pocas cosas hay más ricas que tomarse una cerveza a mediodía, cuando el calor aprieta y el chiringuito de la playa nos reclama. Por supuesto, te recomendamos hacerlo y disfrutar, que para eso estamos de vacaciones. Lo que ya no es tan beneficioso es beber 7 cañas antes de comer y luego regar la comida con una botella de vino. Los excesos no son buenos y hay que recordar que el alcohol aporta una gran cantidad de calorías.
Pero cuidado con el alcohol
Ese alto contenido en calorías del alcohol nos lleva a hacerte algunas recomendaciones:
- elimina de tu dieta los licores y cremas, ya que son hipercalóricos;
- si tomas combinados, hazlo con refrescos light, al menos reduce la ingesta de calorías;
- apuesta por el cava o el champán, pero siempre brut, nunca dulce ni semidulce;
- siempre que puedas bebe agua (dos litros diarios) para estar bien hidratados.
En la moderación está la virtud
El décimo y último consejo es comer y beber de todo, pero hacerlo con moderación. De nada nos sirve pasarnos un día y no comer al día siguiente, ya que el organismo sufre con los excesos. Y, por supuesto, aprovechar el exceso de tiempo libre para hacer ejercicio físico, ya que nos ayudará a eliminar calorías. Un paseo de 60 minutos diarios puede ser más que suficiente para seguir en forma y demostrar que, aunque sea verano y estemos de vacaciones, se puede comer de todo.