Cada 1 de octubre se celebra el Día Internacional de las Personas de Edad. Con la fecha tan cerca nosotros queremos aprovechar la ocasión para reflexionar sobre el papel de las personas de edad en la sociedad, el envejecimiento activo y comprender de una vez por todas que la juventud es también un estado de ánimo.
Las personas de edad en la sociedad actual
El ritmo actual nos impide ver hasta lo que tenemos justo delante. La solidaridad, la tradición, la conversación... son cosas tan sencillas como fundamentales que cada vez descuidamos más. Precisamente, las personas de edad son, sin pretenderlo, las que están consiguiendo que este tipo de aspectos no desaparezcan por completo.
Ver las cosas con la perspectiva de los años, la experiencia y la posibilidad de comparar el estilo de vida actual con épocas anteriores también nos ayuda a mantener los pies en el suelo. Cada época trae consigo cosas mejores, cosas peores y cosas, que aún mejoradas, necesitan seguir evolucionando.
Por lo tanto, nuestros mayores nos dan la posibilidad de conocer nuestro pasado, aprender de él, reflexionar sobre los cambios y continuar avanzando sin renunciar a nuestra identidad y nuestra tradición.
Esto puede sonar abstracto, aunque de gran importancia. Pero las personas de edad también son un pilar fundamental de la sociedad actual en su vertiente más práctica. ¿Qué sería de las madres y los padres trabajadores sin el apoyo de los abuelos y abuelas? ¿O sin alguien que los aconsejase al estrenarse en eso de la maternidad y la paternidad?
Por otra parte, la experiencia es un grado, así que grandes profesionales dejan su mejor legado alcanzada cierta edad, unos conocimientos fundamentales para la formación de nuevas generaciones. Y esto son solo algunos ejemplos.
Cumplir años activos y llenos de salud
Cumplir años y seguir sintiéndose joven no tiene que estar en absoluto reñido. Para lograrlo entran en juego varios factores. El primero de ellos es mantener una actitud positiva y activa ante la vida. Fuera esa idea de que al cumplir una u otra edad debemos recluirnos o dedicarnos a actividades “propias de esa edad”.
Tengas 60, 70 u 80 años llegarás hasta donde tu mente te lo permita. Aunque sí, no vamos a negar que necesitas que el cuerpo responda. Y es en este punto donde entra en juego cuidarnos, a poder ser desde jóvenes.
Unos sencillos hábitos como una alimentación saludable, una actividad física regular, alejarse de ciertos hábitos nocivos como el tabaco o el alcohol y disfrutar de vez en cuando de los beneficios del turismo de salud marcará la diferencia.
Que además la sociedad sea consciente del papel que las personas de edad desempeñan, se lo haga saber y se comprometa con ello completara el camino hacia el envejecimiento activo tan beneficioso.