La riqueza monumental de la provincia de Ourense es inmensa. Basta con perderse por cualquier pueblecito para encontrarte con un cruceiro único, una espectacular fuente o una capilla especial. Pero una de las manifestaciones que mejor demuestran esta valía son los numerosos monasterios que hay repartidos por Ourense.
Estos conjuntos arquitectónicos desprenden espiritualidad por cada una de sus piedras y descubren épocas pasadas donde los monasterios eran centros de vida. Si ya descubriste la primera parte de la ruta por monasterios de Ourense, no puedes perderte este recorrido por Santa Cristina de Ribas de Sil, San Pedro de Rocas y San Salvador en Celanova.
Santa Cristina, en el corazón de la Ribeira Sacra
Comenzamos la ruta en el monasterio de Santa Cristina de Ribas de Sil en plena Ribeira Sacra. Pertenece al ayuntamiento de Parada do Sil y para llegar hasta él ya descubrimos uno de sus encantos: su entorno. El monasterio se encuentra rodeado por un frondoso castañar y solamente lo descubrimos al tenerlo delante.
Santa Cristina tiene un origen un poco incierto. Las primeras noticias sobre su existencia datan del siglo X y se refieren al mismo como un centro eremítico. Con el paso de los siglos se convirtió en templo benedictino y ya en la Edad Media, en pleno declive, pasó a depender de San Estevo. A pesar del abandono que sufrió en el siglo XIX y su conversión en granja, lo que hoy encontramos no defrauda.
La iglesia, con planta de cruz latina, es románica y una de las mejores conservadas a nivel gallego. A su lado, encontramos los restos de una espectacular portada que da acceso a la zona del claustro. En este, podemos acceder a la torre y ver lo que queda de la zona del monasterio que fue reformada durante el siglo XVI. Los detalles escultóricos, tanto de la zona del claustro como de la iglesia, completan un conjunto único en plena naturaleza.
La singularidad de San Pedro de Rocas
En Esgos nos encontramos con el peculiar asentamiento de San Pedro de Rocas. Está considerado como el primer monasterio gallego y su iglesia está excavada directamente en la piedra. La inscripción de la considerada como lápida fundacional tiene fecha del 573, aunque se desconoce la fecha exacta de la creación del monasterio que se tiene que remontar a los orígenes del cristianismo en la Península Ibérica. Además de las tres naves excavadas directamente en la piedra, tiene un campanario realizado directamente sobre una gran peña exterior. San Pedro acoge en la actualidad un centro de interpretación de la Ribeira Sacra.
Una joya en Celanova
Rematamos la ruta por los monasterios de Ourense con una visita a San Salvador de Celanova, fundado en el siglo X por San Rosendo. El monasterio fue agrandándose con el paso de los siglos y en la actualidad consta de iglesia, dos claustros y las dependencias monacales. A mayores de su peculiar y alargada fachada barroca, hay que dejarse llevar por el encanto de los coros y retablos del interior de la iglesia de San Salvador. Pero la joya de la corona la encontraremos en la parte posterior: la capilla de San Miguel. De estilo mozárabe, cuenta con apenas 20 metros cuadrados y es la única superviviente de la época inicial.
¿Cansados después del recorrido? A poco más de 30 kilómetros desde Celanova, podrás relajarte en Caldaria Arnoia.