¿Aún no conoces la Abadía de Arnoia? Su historia le precede y, en la actualidad, se ha convertido en el lugar perfecto para realizar una escapada de relax combinando naturaleza (los mejores paisajes de O Ribeiro), gastronomía y termalismo. Sigue leyendo y descubrirás que este lugar con encanto tiene mucha historia.
Priorato benedictino
La Abadía de Arnoia era un priorato benedictino del siglo XVI habitado por una comunidad de dieciocho monjes dependientes del monasterio de Celanova. Esta abadía cumplía la función de proveer de productos de la tierra y de la pesca al gran monasterio.
En aquella época el valle del río Arnoia estaba dividido en dos potencias político-religiosas: el priorato cisterciense de Reza y el priorato benedictino de Arnoia en ambos extremos del pueblo. Estos prioratos pugnaban por la riqueza agrícola de la zona y por la riqueza de la pesca en el río. A lo largo de los tiempos prevaleció el priorato de Arnoia, siendo en la última etapa casa rectoral hasta que llegó a manos de Caldaria y se convirtió en lo que es hoy, un privilegiado lugar de descanso para todo aquel que quiere visitarlo.
Una abadía llena de vida
Durante la etapa en la que fue casa rectoral, la abadía de Arnoia tenía una función social muy importante. En el exterior de la gran casona, donde hoy hay un olivo, había un pajar, y este era el lugar destinado a proyectar películas de cine los domingos. Este fue uno de los primeros cines que hubo en la provincia de Ourense y en la casa todavía se conserva el antiguo proyector que dio vida a las imágenes del momento.
Además, esta abadía era también lugar de reunión para las más jóvenes de la zona. Dentro de la casa, en la parte superior, había un local grande donde se juntaban las mujeres jóvenes del pueblo para organizar las fiestas y los convites de las bodas. Una tradición que permanece hasta nuestros días con la realización de eventos de todo tipo.
A día de hoy, por toda la casa hay repartidos decenas de objetos que tienen que ver con la vida de esta abadía desde sus comienzos y, aunque hoy solo se utilizan como elementos ornamentales, dan una idea de cómo podría ser la vida en este lugar hace siglos.
La abadía hoy
Este antiguo priorato benedictino volvió a cobrar vida en el año 2004 de la mano de Caldaria. Para ello se rehabilitó completamente y se abrió al público como hotel rural para escapadas de fin de semana. No sería hasta 2010 que se le dio una nueva función, que es la que permanece hasta nuestros días: un lugar especial para celebrar todo tipo de eventos privados.
La abadía consta de un salón-biblioteca con chimenea en el lugar en el que antes estaba la antigua cocina del priorato, dos salones sociales para la celebración de todo tipo de eventos y un elegante comedor con una capacidad de 100 personas. Además, cuenta con una terraza exterior con unas vistas incomparables de O Ribeiro. Tiene 16 habitaciones dobles y una suite decoradas de forma individual pero siguiendo todas la línea sobria propia de este antiguo priorato. En todas las habitaciones se puede encontrar baño completo con amenities, secador de pelo, minibar, teléfono, hilo musical, caja fuerte, calefacción y aire acondicionado y televisión.
Lugar ideal para celebrar bodas, cuenta con todo lo necesario para que tanto los novios como los invitados vivan unos días mágicos combinando la belleza de los paisajes de O Ribeiro, la comodidad y encanto de la abadía y la cercanía de nuestros balnearios, en los que se puede disfrutar de todos los beneficios de sus aguas termales.