Seguro que sufres o has sufrido alguno de los problemas relacionados con la circulación sanguínea más frecuente. Piernas cansadas, hormigueos, calambres, varices... Aunque en sí mismos, estos signos de insuficiencia venosa no suponen un riesgo inmediato, pueden ser el paso previo a cuestiones más graves. Además, por ellos mismos, sí que conllevan molestias significativas con las que preferirías no lidiar. Por eso en esta ocasión queremos compartir contigo las diferentes curas que el termalismo propone para los problemas de circulación.
Afecciones
Si has seguido nuestras entradas sobre los diferentes beneficios del agua termal, seguro que estás al tanto de que, en términos generales, mejora la circulación y oxigenación de la sangre.
Entrando más en detalle, las estancias de balneario están especialmente recomendados para aquellas personas que sufren de piernas cansadas, calambres y hormigueo. También pueden recurrir a estas curas quienes tienen problemas cutáneos relacionados con una insuficiencia venosa, tales como edemas, dermitis o eccema varicoso. Además también contribuyen a mitigar consecuencias de las flebitis.
Tratamientos
Pero, ¿cómo actúan realmente las aguas termales en la circulación? El baño en aguas termales aumenta la temperatura corporal, mata gérmenes y virus, incrementa la presión hidrostática, la circulación sanguínea y la oxigenación, ayudando a disolver y eliminar toxinas.
Estimulando, pues, la circulación de las venas superficiales y profundas. Se recomienda una balneoterapia tibia (entre 27 y 29 grados). Una de las aplicaciones recomendadas consiste en sumergirse en una bañera de chorros de agua cuya presión disminuye de forma progresiva durante la sesión.
Existe, además, diversos tipos de baño: en bañera, en piscina, con burbujas, enriquecidos con oxígeno e incluso de barro.
Otra opción es la de alternar agua caliente, con baños de agua fría termal. De este modo lo que se consigue es que las venas se tonifiquen, con la vasodilatación y la vasoconstricción seguida, mejorando, por consiguiente, la circulación sanguínea.
Más allá del agua
Más allá del agua termal, una estancia en un balneario puede proporcionarte otros tratamientos que complemente tu tratamiento y reactiven tu circulación sanguínea. Se trata de masajes localizados que permiten un drenaje manual de la sangre, siempre bajo el control de los médicos del establecimiento al que te dirijas. Permiten deshinchar, aliviar y disminuir las molestias en la zona a tratar, especialmente las piernas.
Prevención
Hasta ahora solo hemos hablado de la manera en que el termalismo y las estancias de balneario pueden ayudar a combatir los problemas relacionados con la circulación. Sin embargo todo esto puede aplicarse de manera preventiva.
Mantener en buena forma tus venas y arterias te permitirá tener una mejor circulación sanguínea. Y para ello, además de renunciar a hábitos nocivos como el tabaco y mantener una dieta equilibrada y desintoxicante, todos los tratamientos que hemos expuesto serán desde ya beneficiosos para tu salud.
Así que ya sabes, tanto si frecuentas los balnearios como si hace demasiado que no pisas alguno, acabamos de darte un buen motivo para volver a uno.