¿Sabías que España es uno de los países con mayor cantidad de aguas subterráneas del mundo? Casi con unas setecientas masas de agua a lo largo y ancho del mapa que llegan a abastecer hasta a un 15% de la población.
En un momento en el que el agua se ha convertido en un bien todavía más escaso (su falta afecta ya a casi un 40% de la población mundial), el futuro - y presente - pasa por preservar, gestionar y cuidar nuestras aguas subterráneas. Sigue leyendo este post para saber más.
¿Cuáles son las aguas subterráneas?
Para saber qué son las aguas subterráneas primero debemos hablar del ciclo hidrológico, del que ya hemos hablado en nuestro blog. El ciclo hidrológico es el «proceso de circulación del agua entre los diferentes compartimentos que conforman la hidrosfera». Está formado por diferentes procesos: evaporación, concentración, precipitación, infiltración, fusión y solidificación.
Para hablar de las aguas subterráneas nos centramos en dos procesos.
Precipitación
Las nubes están formadas por gotas de agua. Cuando estas se enfrían, se unen con gotas mayores creando unas nuevas gotas que tienen el suficiente peso como para caer hacia la superficie de nuestro planeta. Es decir, se condensa el vapor de agua atmosférico y, por causa de la gravedad, cae. El agua puede caer en forma de lluvia, nieve, graupel - granos de hielo o granizo blando - y granizo.
Infiltración
Una vez que el agua cae a la superficie de la Tierra, penetra hacia la parte subterránea a través de sus poros. Una parte de este agua regresa de nuevo al ciclo hidrológico pero otra se incorpora bajo tierra en las denominadas aguas estancadas o acuíferos, estas son las llamadas aguas subterráneas.
Importancia de las aguas subterráneas
Su importancia es máxima porque estas aguas no sólo hidratan la tierra gracias a la cual pueden crecer los cultivos, sino que conforma la mayor parte de nuestra reserva natural de agua dulce.
Tenemos que recordar que aunque nuestro planeta está formado casi por un 70% de agua, solo un 2,5% de esta es dulce.
La Tierra, al igual que los humanos, está formada casi en un 70% por agua.
¿Y a qué más datos nos enfrentamos? Las cifras ya nos demuestran su importancia: las aguas subterráneas proveen casi el 50% de agua potable a la humanidad y representan más del 40% de las aguas disponibles para el riego. Sin estas reservas, nuestra supervivencia, así como la de animales y plantas, se vería seriamente comprometida.
Como reserva de agua, debemos recordar que es la segunda más importante del planeta, solo por detrás de la que contiene los casquetes polares (y hemos de recordar que se están derritiendo y, por lo tanto, mezclándose con agua salada) y muy, muy por delante de aquella que nos proporcionan los embalses, lagos y ríos.
Acuíferos
En nuestro planeta hay más agua bajo la superficie de la tierra que sobre esta. Se concentra en las reservas llamadas acuíferos: una «masa de rocas permeables que permite la circulación y la acumulación del agua subterránea en sus poros o grietas». El 90% del terreno de nuestro país está sobre acuíferos: se cree que el total de agua subterránea acumulada alcanza los 30.000 hectómetros. A este total hay que restarle los que solemos gastar al año (alrededor de 7.000 hectómetros), de ahí la importancia de gestionar correctamente estos espacios. Si perdemos nuestra mayor reserva, estamos abocados a un gran problema de abastecimiento.
