A veces lo más cercano puede ser lo más desconocido. Portugal esconde numerosos secretos aún sin desvelar para los visitantes más profanos. El país vecino cuenta en su haber con una rica tradición y patrimonio que a nadie escapa, como tampoco lo hace la fama de sus playas en el Algarve. Pero hoy hablaremos de las Aldeias históricas de Portugal: un enclave formado por 12 pueblos unidos por el legado del tiempo y un patrimonio histórico-cultural común.
Castillos, fortificaciones y calles empedradas, además de una Historia común, unen a estas 12 localidades de la región Centro de Portugal: Trancoso, Marialva, Castelo Rodrigo, Almeida, Castelo Mendo, Linhares da Beira, Belmonte, Sortelha, Piódão, Castelo Novo, Monsanto e Idanha-a-Velha. Una marca común y un destino turístico: as Aldeias históricas.
Haciendo frontera con Cáceres y Salamanca, las Aldeas históricas conforman el único destino en red en el mundo con la certificación Biosphere destination, lo que las avala como un destino comprometido con los principios de la sostenibilidad según la Carta Mundial de Turismo Sostenible. La iniciativa nació como una estrategia de apoyo entre aldeas y hoy se ha convertido en uno de los destinos más destacados del turismo rural en Portugal.
El legado de Don Dinis
Ligadas a la presencia de figuras como D. Afonso Henriques, D. Manuel I, D. Dinis y Pedro Álvares Cabral, las Aldeias históricas son testigos vivos de batallas, enfrentamientos, luchas y batallas.
Precisamente son estos cuatro personajes que protagonizan el vídeo promocional, "De Corpo e Alma", que invita a descubrir "un destino que es 12". Como destaca el director Telmo Martins: “El espectador hace un intenso recorrido por los pueblos, explorando la vista, el oído y el corazón. Mediante la construcción de un entorno único, mágico, misterioso, pero también intenso y apasionante. El objetivo era crear una narrativa magnética para quienes ven la película y la arrastra, de manera disruptiva, a lugares únicos en el mundo y a una historia inigualable”.
Ruta por las Aldeias históricas
Puedes descubrir las 12 Aldeias históricas en coche o, si eres un amante de la bicicleta, a través de la GR22 (la Gran Ruta de BTT de las Aldeias Históricas de Portugal) que las une a través de un recorrido circular de unos 600 km. Escojas la opción que escojas, te ofrecemos unas claves de cada una de las aldeas para que puedas hacerte una idea de qué ver.
Trancoso
Refugio para los judíos que llegaron desde Castilla a partir de 1492, Trancoso ofrece al visitante una panorámica excelente de la serra da Estrela y el valle do Douro. No te pierdas la Casa del Gato Preto, que alojó la antigua sinagoga, y pregunta por la leyenda de la puerta de Carvalho.
Marialva
Marialva ha sido un castro aravo en el siglo II a.C., 400 años después fue la Civitas Aravorum de los romanos, el San Justo de los visigodos y Malva para los musulmanes. Cada rincón de la localidad es testigo de este apasionante devenir. No te pierdas la ciudadela medieval y la Puerta del Ángel de la Guardia.
Castelo Rodrigo
Situado a 900 metros de altitud, su ubicación permite una panorámica que abarca desde el río Côa al río Águeda, las sierras de Francia y Béjar. Visita obligada al convento de Santa María de Aguiar en un paseo por su casco antiguo y la iglesia de Nossa Senhora do Rocamador.
Almeida
A solo 12 kilómetros de la frontera con España, Almeida es una fortaleza de 12 puntas resistente al empuje del tiempo y a los intentos de asedio. 2.500 metros de muralla, seis baluartes y un foso de 12 metros de profundidad y 62 metros de ancho garantizaron su seguridad al pasar de los años y las tropas, incluidas las napoleónicas. Su conjunto monumental merece más de una visita: la iglesia de la Misericordia, antes unida al hospital de la Misericordia, y la Torre del Reloj son solo alguna de las paradas imprescindibles.
Castelo Mendo
Castelo Mendo forma parte del programa Aldeias históricas de Portugal cerca de frontera con Salamanca. Construido sobre vestigios que datan de la Edad de Bronce y de la época romana, no te pierdas su muralla medieval de seis puertas, las Casa da Cadeia (cárcel) y da Menda o la Porta dos Berroes.
Linhares da Beira
Al noroeste da Serra da Estrela, excavada sobre roca granítica, Linhares da Beira fue codiciada por romanos y musulmanes. Al igual que en Monsanto, la aldea creció incrustando sus casas entre los peñascos graníticos. La leyenda habla de que el mismo diablo fue conquistado por esta tierra. Una mañana San Antonio llamó a la puerta de una de las vecinas del pueblo, dona Lopa, para alertarle de que su criada era en realidad el demonio. Doña Lopa colocó harina en la puerta y al día siguiente comprobó que sobre el polvo blanco habían quedado marcadas unas huellas de cabra. En venganza por ser descubierto, el diablo convirtió a doña Lopa en loba.
Belmonte
Con la serra da Estrela como testigo, la torre de granito blanco del castillo medieval preside Belmonte, la ciudad que vio nacer a uno de los navegantes lusos más ilustres, Pedro Álvares Cabral, que en 1500 conquistó Brasil. Si visitas la aldea recuerda que existe una importante presencia judía, debido a que Belmonte fue uno de los lugares escogidos por la comunidad judía para instalarse tras la expulsión ordenada por los Reyes Católicos en 1492.
Sortelha
A 25 minutos en coche de Belmonte, se alza Sortelha, nuestro siguiente destino. Amurallada y con un castillo del siglo XIII en lo más alto, esta aldea parece anclada en el tiempo. No te pierdas la plaza en la que se encuentra la picota, las “Casa de la Cámara” y la cárcel.
Piódão
Enclavado sobre un valle con terrazas, la pizarra es uno de los elementos característicos de Piódão. Entre el conjunto de las pequeñas casas de dos pisos, destaca la iglesia Matriz encalada de blanco en medio de tejados y piedras de pizarra, con sus singulares contrafuertes cilíndricos. No busques muralla ni castillo, no los hay. Disfruta, eso sí, de la sierra de Açor.
Castelo Novo
Su nombre procede de la remodelación del antiguo castillo del siglo XII que se desmoronó en el terremoto de 1755. Reconstruido y renombrado como Novo, destaca por su presencia arquitectónica, no solo el castillo, sino también las casas señoriales. Castelo Novo creció a la sombra de sus murallas, con callejuelas estrechas, mientras la Sierra de Gardunha franqueaba sus espaldas.
Monsanto
No te pierdas la Torre de Lucano (s. XIV) coronada por un gallo de plata, que la acredita como la aldea "más portuguesa de Portugal", curioso título concedido en 1938. Te sorprenderán las moles de granito que rodean las casas y que ganaron terreno excavando la montaña granítica donde se enmarca.
Idanha-a- vella
Es Historia en sí misma. Esta freguesia portuguesa fue capital de Civitas Igaeditanorum (siglo I a.C.), más tarde sede episcopal bajo el dominio suevo y visigótico y posteriormente ocupada por los musulmanes en el siglo VIII y reconquistada por los cristianos en el siglo XII. De su pasado romano y visigodo, se conservan las murallas, el castillo, el puente sobre el río Ponsul y la catedral visigoda, única en su género en la península ibérica.
Terminamos así nuestra ruta virtual por las 12 localidades que forman las Aldeias históricas de Portugal, 12 pueblos para escaparse este otoño, o en cualquier época del año. Ten en cuenta, además, que esta red de Pueblos Históricos de Portugal son el primer destino luso con un plan para combatir el covid-19. Una iniciativa que tiene como objetivo conseguir que todo el ecosistema turístico instalado en las 12 Aldeas Históricas de Portugal sea capaz de responder al actual contexto pandémico, protegiendo tanto a las comunidades como a los turistas.