Nuestro cuerpo está compuesto por un 70% por ciento de agua, eso es algo más o menos conocido. También que es necesario beber unos dos litros de agua al día, no importa si es del grifo, de manantial, embotellada, etc. Pero, ¿podemos beber agua del mar? La mayoría de los expertos se posicionan en contra de esta moda que cada vez gana más adeptos, pero también son muchos los que defienden su ingesta en cantidades controladas. Aquí te vamos a contar si el agua del mar es buena para nuestro organismo y qué cantidad podemos tomar cada día.
¿De qué se compone el agua de mar?
El agua de mar es una disolución formada por un 96,5% de agua y un 3,5% de sales. Dentro de ese 3,5% encontramos hasta 83 de los 118 elementos que componen la tabla periódica, entre ellos calcio, cloro, magnesio, potasio, sodio y un largo etcétera. Además, en esa composición también hay zooplacton (plancton animal) y fitoplacton (plancton vegetal). ¿Significa eso que se puede beber libremente el agua del mar? La respuesta es no, pero con matices.
Al agua de mar sin alterar se le denomina hipertónico ya que su concentración salina es mayor a la de las personas. De hecho, en cada litro de agua de mar hay 36 gramos de sales, lo que supone cuatro veces la que hay en el organismo. Eso, a juicio de la mayoría de los nutricionistas, bastaría para rechazar el consumo del agua de mar ya que es “una barbaridad”.
Sin embargo, son muchos los seguidores de René Quinton, un científico francés que vivió entre 1867 y 1925 y que fue quien introdujo las terapias con agua de mar. Según sus teorías, la composición del plasma sanguíneo era muy similar a la del agua de mar, por lo que estableció que, si se diluía el agua marina para reducir la concentración de sales, se conseguiría un plasma marino para tratar todo tipo de enfermedades. Así habría curado a miles de personas en una época en la que no había antibióticos y sus defensores siguen apostando por esas tesis hoy en día.
Beneficios y contraindicaciones del agua de mar para la salud
Desde hace siglos, nuestros antepasados son conscientes de que el agua de mar tiene propiedades muy positivas para la salud. Por ejemplo, alivia los síntomas de las enfermedades respiratorias, como por ejemplo la sinusitis o la rinitis; también sabemos que es mucolítico, es decir, que disuelve las mucosidades; incluso que es ideal para cicatrizar heridas, ya que acelera el proceso de curación.
Hay personas, sobre todo las que viven cerca de la costa, que suelen utilizar el agua de mar para cocinar, ya que de esa manera no tienen que utilizar sal común y se dice que mejora al sabor de los alimentos al conseguir sabores más naturales. También hay quien lo usa a modo de colutorio, de tal manera que ayuda a desinfectar infecciones en la boca.
Sin embargo, hay otros beneficios del agua de mar que no son tan conocidos. De hecho, para muchos nutricionistas son totalmente falsos o, al menos, no están comprobados científicamente. Por ejemplo, tiene una importante cantidad de magnesio que estaría indicado para reducir la ansiedad y el estrés; se dice que reduce la fatiga y también que ralentiza el envejecimiento, gracias a su condición antioxidante. Y, sobre todo, es un laxante natural al que sus defensores atribuyen propiedades casi mágicas, ya que desintoxica, oxigena y alcaliniza el organismo.
Pero, como hemos visto, la mayoría de nutricionistas y profesionales médicos desaconsejan el consumo de agua de mar. Lo hacen por tres razones de peso:
- Su exceso de salinidad (36 gramos en cada litro, mientras la OMS recomienda no consumir más de 5 gramos al día).
- Posibilidad de estar contaminada por agentes químicos o biológicos.
- No desintoxica, al contrario de lo que dicen sus defensores, porque hay que partir de la base de que el cuerpo no está intoxicado: los riñones y el hígado se encargan de eliminar las toxinas.
Cómo tomar agua de mar para que no haga daño
Si una vez analizados los pros y los contras decides beber agua de mar debes saber que no está recomendado cogerla de la orilla, ya que el riesgo de contaminación aumenta. Por eso, hay empresas que la comercializan después de recogerla en los vórtices marinos, es decir, en los lugares donde confluyen diferentes corrientes y a varios metros de profundidad.
Para tomarla se recomienda consumir tres partes de agua del grifo por una parte de agua de mar. De esa manera, la cantidad de sales presentes se reduciría a la cuarta parte y sería la misma que la que se encuentra de forma natural en nuestro organismo. Eso sí, recomiendan comprobar primero que no se sufre intolerancia al agua de mar, así que lo primero sería ingerir pequeñas cantidades para ver cómo reacciona el organismo y su tolerancia. También sugieren que no se debería beber más de 50 cl de agua de mar cada día.
Beber agua del mar es algo que no pone de acuerdo a todo el mundo y por eso encontramos estas opiniones enfrentadas. Ahora que conoces los pros y los contras de esta práctica, debes tomar tu propia decisión.
