Al igual que ya hemos hablando anteriormente de los tratamientos de belleza en la antigua Roma o en el antiguo Egipto, en Grecia también se estilaba el cuidado del cuerpo y de la mente pero, ¿de qué manera? Sigue leyendo nuestro post para enterarte de todos los detalles.
Cuidado de la piel
Los griegos son grandes conocidos por la importancia que le daban al cuidado de la piel. A diferencia de los egipcios, que achacaban el culto al cuerpo como una manera de protegerlo frente a su vida posterior; los griegos eran conscientes de que la apariencia era muy importante en su día a día. Pero solo las clases altas dedicaban parte de su tiempo a cuidar su cuerpo. Eran conscientes de la importancia de la higiene y, después de los quehaceres diarios, tenían por costumbre reunirse en las famosas casas de baño para socializar y, de paso, cuidar su piel.
Tratamientos en las casas de baño
Las casas de baño no solo eran famosas por sus aguas termales. Allí, como si de un moderno balneario o spa se tratase, se sometían a procesos de masoterapia: masajes con arcilla fabricada a base de sosa, aceites esenciales para el cuerpo creadas a base de la mezcla de hierbas como tomillo, menta, orégano o mejorana; cremas hidratantes con ingredientes como aceite de oliva o miel, etc. Las posibilidades eran muchas y todas con el fin de cuidar la piel y los esculturales cuerpos que por entonces se estilaban.
El ritual en las casas de baño era, prácticamente, siempre el mismo. Pese a que estos espacios los utilizaban las clases más bajas (aquellas personas de alta alcurnia tenían la posibilidad de tener pequeñas piscinas termales en sus casas), se hacía de un modo muy riguroso. En primer lugar, hacían un poco de ejercicio para evitar entrar en las aguas ‘fríos’. Una vez realizado, se sumergían en las aguas para proceder a limpiarse. Estos baños solían realizarse antes de cenar. Finalizado el baño se dedicaban al culto al cuerpo como hemos indicado anteriormente para terminar, en la medida de lo posible, con platos saludables para llevar una buena alimentación.
Buscando cuerpos perfectos
En la Grecia clásica se buscaba el cuerpo perfecto y para eso se hacía lo que fuera necesario. Muchas veces, incluso, poniendo en riesgo la propia salud. El canon de belleza para las mujeres partía de unas mejillas sonrosadas, ya fuese naturalmente o a base de cosméticos; un cabello bien peinado (en rollos comúnmente), una piel clara y, sorpresa, los ojos pintados con delineador. Como el tono de piel blanco se consideraba lo máximo en la belleza femenina, muchas veces las mujeres utilizaban polvos para blanquear los brazos.
Maquillaje femenino
Aquí llega un controvertido uso del maquillaje. Como habíamos dicho, muchas veces ponían en riesgo la propia salud con el fin de lucir la belleza estandarizada. Los maquillajes se fabricaban a base de ceras y carbonatos de plomo (hoy a todas luces nos daríamos cuenta de que esa mezcla podría ser bastante tóxica), todo con el fin de blanquear la piel, ya que eso significaba que uno no estaba horas bajo el sol trabajando. ¿El problema? Además de su toxicidad, esta mezcla, con el uso continuado, llegaba a oscurecer la piel más que aclararla; con lo que todo esfuerzo era en vano.
A pesar de todo, para mejorar e innovar en la creación de cosméticos, se basaron en la cultura egipcia. Además de maquillajes, le daban importancia a la alimentación con el fin, una vez más, de conseguir una piel más clara. Por eso añadían comido a sus dietas diarias comino, ya que este inhibe la producción de melanina, que es el principal pigmento que provoca las manchas en la cara. Para el contorno de ojos utilizaban barras de carbón y, para enmarcar el rostro, a modo de colorete o para delinear las cejas, utilizaban azafrán.
Para las uñas, las mejillas y los labios, los griegos utilizaban una pasta coloreada denominada «khol», que no solo tenía una función estética (los colores más comunes eran el azul, el negro y el gris) sino también una función medicinal ya que repelía las moscas y prevenía las enfermedades oculares.
¿Y los hombres?
Aunque es verdad que estos no utilizaban maquillaje, sí que estaban bien dispuestos a disfrutar de las bondades de los masajes con aceites esenciales. De hecho, solían proceder, después de los baños, a recibir tratamientos de masoterapia que dejaban su piel aromatizada, limpia y suave. Pero a lo que más importancia le daban, al igual que las mujeres, era al cabello.
Tal era la importancia del maquillaje en la antigua Grecia que, durante los siglos VII y VIII antes de Cristo, los griegos se dedicaban a la exportación (a todo el continente) de todo tipo de cosméticos y estas ventas suponían gran parte del éxito de la economía del país.
Tratamientos capilares
Como ya habíamos dicho, el cuidado del cabello también tenía mucha importancia en la Grecia clásica. Tener el cabello dorado era el sueño de cualquier hombre o mujer ya que, según ellos, este era el color del cabello de los dioses. Por eso cuidaban el pelo con el fin de parecerse lo más posible a sus deidades. En el caso de los hombres, la principal preocupación era la alopecia, por lo que trataban, a toda costa, de evitarla utilizando todo tipo de productos. Al igual que las mujeres, querían cabellos finos y sedosos, por lo que utilizaban aceites esenciales para alisarlos. Pero, ¿y si el cabello era oscuro? Pues lo teñían. ¿De qué modo? A base de aclarar el pelo con potasa, un mineral que ya se utilizaba en Etiopía y que, posteriormente, también se llegó a utilizar para blanquear textiles y para fabricar jabón.
El cabello era un elemento diferenciador, sobre todo en las mujeres. Dependiendo de si estaban casadas o solteras, su longitud o la complejidad de su peinado, estos transmitían un mensaje determinado. Por ejemplo, las mujeres casadas debían cubrir el pelo con un velo en sus apariciones públicas y llevarlo con intrincadas trenzas mientras que las solteras llevaban el cabello suelto y a menudo lo adornaban con cintas de colores.
Otro dato curioso tiene que ver con la longitud del cabello. Tanto para hombres como para mujeres, cuanto más largo mejor. ¿La razón? Solo los esclavos llevaban el pelo corto por lo que, el pelo largo era un signo de poder dentro de las clases sociales establecidas. En el caso del hombre el cabello largo era sinónimo de una fuerte virilidad y en el caso de las mujeres indicaba su delicada feminidad. Incluso dejaban que los niños llevaran el pelo largo hasta entrar en la adolescencia. Entonces se lo cortaban y hasta que se convertían en hombres no volvían a dejárselo largo, como signo de cambio a la madurez.
¿Imaginabas el cuidado que ponían los griegos en su culto al cuerpo? De hecho, la clásica belleza griega fue en la que se basaron hombres y mujeres de muchas épocas posteriores.