En Ourense, una tierra que ha sabido preservar sus tradiciones y su rica herencia cultural, el turismo es mucho más que una fuente de ingresos. Es un elemento clave para el desarrollo de la comunidad y la promoción de su patrimonio. El Día Mundial del Turismo se celebra cada 27 de septiembre con esa misma finalidad: sensibilizar a la opinión pública sobre los problemas de esta industria que da trabajo a millones de personas en todo el mundo.
Este año, el lema es "Turismo y paz", un objetivo que nos invita a reflexionar sobre cómo esta actividad puede tender puentes, acercar culturas y contribuir a la estabilidad social, tanto a nivel global como local.
Evolución del turismo en nuestra historia
Los expertos suelen coincidir al calificar a los peregrinos como los primeros turistas de la historia. Necesitaban guías que les llevaran por los caminos más seguros, alojamientos donde poder dormir por las noches y casas de comida que les permitieran alimentarse. Sin embargo, hoy en día el turismo es muy diferente y ha evolucionado de manera palpable: primero, gracias a la mejora en los sistemas de transporte; en los últimos años, con la digitalización del sector, que ha popularizado el acceso a todo tipo de ofertas. Y, por supuesto, con la profesionalización de una industria que mueve miles de millones en todo el mundo y que no deja de crecer.
Hasta finales del siglo XX lo normal era viajar solo en vacaciones y no todas las familias podían permitírselo. Una escapada para aprovechar un puente estaba solo reservado a las economías más pudientes y coger un avión era algo casi impensable para el común de los mortales. Hoy, todo ha cambiado. Primero fue la mejora de las carreteras, lo que unido a una modernización del parque móvil permitió recortar el tiempo que se tardaba en los desplazamientos.
Más tarde llegó la aparición de las aerolíneas de bajo coste, lo que democratizó definitivamente el turismo, haciendo que cualquiera pudiera irse de fin de semana por poco más de lo que cuesta una cena en un buen restaurante. Y, junto a estos cambios, la profesionalización del sector ha permitido crear una red de establecimientos turísticos de primera calidad de la que viven millones de personas. La digitalización ha sido el último paso en esa evolución.
Evolución del turismo en Ourense
El turismo ha recorrido un largo camino en Ourense. Desde la época de las rutas de peregrinos y los antiguos balnearios romanos, la provincia ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos sin perder su esencia. Hoy, el turismo en Ourense se diversifica: desde el turismo rural, pasando por el cultural y el gastronómico, hasta el termal, que sigue siendo uno de los grandes atractivos de la región.
Gracias a sus aguas termales, Ourense ha logrado destacar en un tipo de turismo que promueve la tranquilidad, el bienestar y una conexión profunda con la naturaleza. Este tipo de turismo, además, se ajusta perfectamente a la idea de "Turismo y paz", ya que ofrece espacios para la relajación, la reflexión y el encuentro entre personas de diferentes culturas en un entorno pacífico.
Balnearios como los de Lobios, Laias y Arnoia atraen a miles de visitantes cada año que buscan los beneficios de las aguas mineromedicinales.
Este tipo de turismo no solo aporta bienestar a quienes lo practican, sino que también tiene un impacto positivo en la economía local, contribuyendo al desarrollo sostenible de la provincia. La oferta termal, abierta durante todo el año, ayuda a desestacionalizar el turismo y a crear empleos estables, una contribución fundamental a la paz social que el lema de este año promueve.
Especialización del turismo
Otra de las grandes evoluciones del sector tiene que ver con la especialización: hoy en día es normal hacer turismo gastronómico, pero también turismo enológico o enoturismo, turismo cultural, turismo de naturaleza, turismo de negocios con congresos y visitas, etc.
Turismo enológico
El turismo enológico ha experimentado un auge significativo en Ourense, donde los visitantes pueden disfrutar de algunas de las denominaciones de origen más importantes de Galicia, como Ribeiro, Valdeorras y Monterrei. Las bodegas de la provincia no solo ofrecen la posibilidad de degustar vinos de alta calidad, sino también de conocer la cultura vinícola que ha florecido en la región durante siglos.
Este tipo de turismo no solo atrae a amantes del vino, sino que contribuye a preservar la tradición vitivinícola local y dinamiza la economía de áreas rurales. El turismo enológico, con sus rutas del vino y visitas guiadas, fomenta el respeto por la naturaleza y el territorio, alineándose con los valores de sostenibilidad y paz promovidos en este Día Mundial del Turismo.
Turismo gastronómico
Ourense es un destino gastronómico de referencia. Su cocina tradicional, basada en productos locales de alta calidad, atrae a turistas que buscan una experiencia culinaria auténtica. Desde el famoso pulpo á feira hasta las carnes de ternera gallega y las empanadas, la gastronomía ourensana es una mezcla de sencillez y sabor.
Además, los mercados locales y los restaurantes de la provincia ofrecen una oportunidad única para explorar la riqueza cultural a través de la comida. El turismo gastronómico, al igual que el enológico, está en auge y se ha consolidado como una pieza clave en la oferta turística de Ourense. Este tipo de turismo no solo pone en valor la riqueza culinaria local, sino que también promueve la paz y el respeto entre culturas al compartir experiencias en torno a la mesa.
En el marco del Día Mundial del Turismo, con el lema "Turismo y paz", Ourense se posiciona como un destino donde el bienestar y la armonía van de la mano con su rica oferta turística. Sus aguas termales, la exquisita gastronomía y la tradición enológica son solo algunas de las razones por las que este rincón de Galicia sigue conquistando corazones. No pierdas la oportunidad de experimentar esta paz visitando Caldaria. ¡Te esperamos!