¿Has escuchado eso de que la operación bikini empieza en el invierno? Para nosotros se trata de algo más que lucir espectaculares cuando vuelva el buen tiempo. Consiste en poner a punto nuestra salud tras los pequeños -o grandes- excesos del verano. Sabemos que estos últimos meses se prestan a despreocuparnos un poco más en lo relacionado a nuestra alimentación. También sabemos que quizás ya cuando empezó septiembre pensaste aquello de 'me pongo a dieta'. Pero somos conscientes de que, muy probablemente un mes después aún no te has puesto manos a la obra. Por eso hoy te presentamos algunas de las dietas que más se están extendiendo últimamente. De todos modos nuestra primera recomendación es que consultes con tu médico, el será el mejor en darte unas pautas para mejorar tu alimentación.
Dieta mediterránea
No podíamos comenzar por otra dieta que no fuese esta, porque es nuestra favorita. En nuestra opinión, la dieta mediterránea es una de las más completas, saludables y equilibradas que puedes llevar a cabo. No se trata solo de una dieta con la que lograr perder peso, aunque también lo lograrás, sino que tu salud será la primera beneficiada.
La dieta mediterránea se caracteriza por dar un especial protagonismo a las frutas, verduras, hortalizas y legumbres, es decir, a los productos propios de la huerta. Del mismo modo que prioriza estos grupos de alimentos, huye como alma que lleva el diablo de productos precocinados, bollería y grasas saturadas. El aceite de oliva, sin embargo, en su justa medida sí que se convierte en un pilar de la dieta mediterránea.
No se trata de una dieta especialmente restrictiva, ni de las que ve en ciertos componentes, como los carbohidratos, al mismísimo demonio. Sin embargo sí que es imprescindible para obtener buenos resultados adquirir además unos cuantos hábitos: comer entre cinco y seis veces al día, incluir en todas tus comidas raciones de frutas o verduras, beber abundante agua y comer de manera pausada y sin distracciones son algunas de esas costumbres que debes incorporar.
Dieta crudivegana
La dieta crudivegana se fundamente en el consumo de vegetales y frutas en su estado natural, es decir, sin cocinar, eliminando además cualquier producto proveniente de origen animal. Se trata de una dieta que lleva un paso más allá la dieta vegetariana y la vegana, al restringir no solo los alimentos de origen animal sino su preparación.
Incluye frutas, verduras, hortalizas, raíces, frutos secos, semillar, algas... Entiende que al reducir el procesamiento de estos alimentos conservan intactos sus propiedades nutritivas. Y en ese punto concordamos.
Al consumir un alto número de vegetales se multiplica la ingesta de fibra y nutrientes importantes para nuestro organismo y que en otras dietas se desatiende. También a demostrado su capacidad para reducir el 'colesterol malo'.
Sin embargo, no podemos obviar que una dieta restrictiva sin aporte de ningún alimento de origen animal puede llegar a causar deficiencias en algunos grupos de nutrientes, como la vitamina B12 o Hierro.
Paleodieta
En el otro extremo de la dieta crudivegana se encuentra la paleodieta, muy popular especialmente entre deportistas. Como puedes deducir por su nombre, se trata de comer como lo hacían los hombres y mujeres del paleolítico.
El creador de esta corriente, el científico estadounidense, Loren Cordain, sostiene que una dieta optima es aquella que permite recuperar la sensibilidad a las necesidades vitales que se han perdido en la vida moderna: comer con hambre y beber con sed.
Permite el consumo de carbohidratos, proteínas animales y grasas. También todas las verduras, frutas y frutos secos. Recomiendan el consumo de pescado entre seis y ocho veces a la seman, además de marisco.
La leche no está especialmente recomendada, ni los derivados lácteos. Tampoco las legumbres o los cereales son imprescindibles, aunque sí de consumo puntual.
Todo esto debe ir acompañado de una actividad física intensa.
La dieta del ayuno intermitente, la de la Clínica Mayo... nos queda todavía un buen número de dietas que podrían ser de tu interés, pero para no saturarnos de información, lo dejamos para una próxima entrega. De momento tienes material suficiente para comenzar a tomar un nuevo camino en tu dieta.