Desde hace años, cuando compramos un electrodoméstico este incluye una etiqueta que nos informa sobre su consumo energético. El pasado 1 de marzo de 2021 entró en vigor una nueva etiqueta energética para dar a conocer el consumo de energía de cada electrodoméstico. Es de vital importancia saberlo para poder ahorrar energía. Con este motivo como cabecera se celebra cada 5 de marzo el Día Mundial de la Eficiencia Energética.
En esta jornada se quiere crear conciencia sobre la importancia que tiene un consumo responsable de energía y la implantación de medidas de ahorro energético para nuestro futuro. Crear un mundo más sostenible y frenar el despilfarro de energía es posible si caminamos juntos hacia una sociedad más ecológica. Además, la toma de medidas en este campo ayudaría a frenar el cambio climático.
Con la celebración del Día de la Eficiencia Energética también se quieren promover diversas acciones que ayudan a un consumo más responsable de la energía y nos lleven hacia un mundo más sostenible y con menos emisiones. Una de las medidas tomadas a su favor fue la ya citada obligatoriedad de la etiqueta energética en los electrodomésticos pero ¿sabes qué información proporciona y cómo interpretarla? Sigue leyendo y te lo descubrimos.
¿Qué es la etiqueta energética?
La etiqueta energética nos indica el nivel de consumo energético de cada electrodoméstico, de manera que podamos tener este aspecto en cuenta a la hora de realizar una compra, al igual que valoramos el precio o las características técnicas del aparato. Con este etiquetaje, la Unión Europea quiere promover el ahorro energético y proteger el medio ambiente facilitando la compra de electrodomésticos que consuman menos energía.
Antiguamente, los fabricantes tenían que colocar una etiqueta a sus electrodomésticos atendiendo a las indicaciones de la Directiva Europea 2010/30. Cuando se introdujo en el mercado tenía siete clases, de la A a la G, pero con el avance de la técnica se ha ido mejorando la eficiencia energética de los electrodomésticos con el avance de la técnica, y fue necesario introducir primero la clase A+, y luego las clases A++ y A+++. Unos cambios que hicieron que la etiqueta resultara algo confusa, y que llevaron a la Unión a establecer una nueva, conforme al Reglamento UE 2017/1369.
Con esta nueva etiqueta, que es la única que puede verse en las tiendas de electrodomésticos -tanto físicas como online- desde marzo del 2021, se pretende que la información sea más clara y comprensible para los consumidores.
Lo que se hizo es recolocar las clases, de forma que aquellas lavadoras, lavavajillas o neveras más eficientes (los que antes pertenecían a la clase A+++) pasaron a ser clasificados como clase B. Es decir que la clase A, la más eficiente, queda inicialmente desierta para dejar un espacio de mejora a los fabricantes en materia de consumo energético de nuevos productos. También se utilizaron nuevos métodos para medir el consumo energético y determinar la clase a la que corresponde cada aparato.
¿Cómo se lee la etiqueta energética?
En función del electrodoméstico de que se trate, la nueva etiqueta energética ofrece, no solo información del consumo eléctrico, sino otros consumos y características, como el agua utilizada por ciclo de lavado, la capacidad de almacenamiento o el ruido que ocasiona, entre otros. También incluye un código QR con información adicional sobre el producto.
La información de la nueva etiqueta energética de los electrodomésticos se estructura en varias secciones:
Clases
Se establecen siete clases distintas, de la A a la G, diferenciadas también por una escala de color: el verde oscuro indica un producto altamente eficiente y en el otro extremo, el rojo señala un aparato de baja eficiencia energética. Se marca en un recuadro negro la clase asignada al electrodoméstico etiquetado.
Pictogramas
Se introducen en la etiqueta una serie de pictogramas que indican el consumo energético en kWh/100 ciclos de funcionamiento (para lavadoras o lavavajillas) o en kWh/año (medido según las nuevas condiciones estándar, para neveras). En este conjunto de pictogramas también podremos encontrar otra información, dependiendo del electrodoméstico:
Etiqueta de una lavadora
Los pictogramas indican aspectos como la capacidad de carga máxima, la duración del programa Eco 40-60, el consumo de agua ponderado en litros /ciclo de funcionamiento (en el programa Eco 40-60), la clase de eficiencia para centrifugado, o la potencia sonora durante el ciclo de centrifugado expresada en db (decibelios) y en una escala de emisión de ruido de A a D.
Etiqueta de un frigorífico
Los pictogramas aportan información sobre el volumen total de todos los compartimentos del frigorífico y del congelador, y de la potencia sonora, expresada en db y en una escala de emisión de ruido de A a D.
Etiqueta de un lavavajillas
Los pictogramas informan de la capacidad estándar de vajilla para el programa Eco, del consumo de agua en litros/ciclo de funcionamiento (en el programa Eco), de la duración del programa Eco, y de la potencia sonora, expresada en db y en una escala de emisión de ruido de A a D.
Código QR
Situado en la parte superior de la etiqueta, al escanearlo el cliente puede acceder a más información sobre el producto.
Etiquetas energéticas en fuentes de iluminación
Estas nuevas etiquetas energéticas se incorporaron en marzo del año 2021 a lavavajillas, lavadoras, lavadoras-secadoras o frigoríficos. Pero los electrodomésticos no fueron los únicos en contar con esta novedad que busca aumentar la eficiencia energética en España. En el mes de septiembre de 2021 también entró en vigor el nuevo etiquetado para fuentes de iluminación. Bombillas y lámparas deben portar su nueva Etiqueta de Eficiencia Energética (EEE) en la que se produce un reescalado. En este caso también se vuelve a la escala de la A a la G y desaparecen las clases A+, A++ y A+++. Las bombillas y lámparas a la venta deben incorporarla ya.