Fue en el antiguo Egipto cuando se empezaron a usar las propiedades del barro natural como tratamiento para dolores, inflamaciones e incluso la cura de quemaduras. Además, también utilizaban esta técnica a la hora de embalsamar.
Tras los egipcios, pioneros en esta técnica, fueron griegos y árabes los que conocieron de primera mano que aplicar barro sobre el cuerpo humano era beneficioso. Se dieron cuenta, además, que muchos animales acudían a los lodazales para calmar picaduras o sanar heridas por lo que utilizaron lo que la naturaleza les enseñaba para avanzar en su uso. Uno de los médicos que más conocemos de la antigua Grecia, Hipócrates, utilizaba las técnicas de curación con barro en casos de inflamaciones y de trastornos digestivos.
No sería hasta el siglo XIX, de la mano de Vincent Priessnitz, cuando la fangoterapia se convirtió en una técnica conocida. Priessnitz fue el creador de la medicina alternativa utilizando la hidroterapia y los recursos naturales como apoyo a la medicina tradicional.
Poco ha cambiado la fangoterapia desde entonces. Aunque se ha modernizado, la fangoterapia sigue siendo en esencia la aplicación de arcillas y barros en diferentes partes del cuerpo con fines sanitarios y estéticos. Estos lodos, combinados con agua se suelen aplicar a través de masajes o envolturas para completar la experiencia y hacerla todavía más relajante. Si quieres descubrir todos los beneficios de la fangoterapia, que puedes disfrutar en Caldaria, solamente tienes que seguir leyendo.
La mezcla ideal
Se ha demostrado que el barro tiene propiedades purificadoras, calmantes, refrescantes y cicatrizantes. Su composición tiene una importante base de minerales como el hierro, el potasio o el calcio, que son absorbidos a través de la aplicación directa en la piel, a la vez que realizan la absorción de toxinas y la eliminación de células muertas. A esto hay que sumarle los beneficios de su mezcla con las aguas termales para obtener un cóctel perfecto.
Las formas más comunes de aplicar estos barros son a través de baños, envolturas o masajes. Los expertos en fangoterapia son los encargados de decidir cuál es la opción que mejor se adapta a cada persona, dependiendo de lo que se quiera tratar. Además, a la mezcla de barro y agua se le pueden añadir extras para obtener una fórmula todavía más beneficiosa para el cuerpo. Plantas medicinales, infusiones, algas o aceites esenciales son los más usados.
Beneficios de la fangoterapia
La aplicación de barro está indicada para problemas digestivos y del sistema nervioso así como para mejorar y curar la piel, ya que ayuda en picaduras, úlceras, quemaduras y heridas. También alivia la tensión muscular, traumatismos o lumbagos y previene enfermedades como el reumatismo o la artritis debido a que mejora la rigidez de las articulaciones. A mayores de beneficiar a nuestra salud, a nivel estético la fangoterapia sirve para reducir manchas, limpiar poros o remineralizar la capa más externa de piel.
No podemos olvidar que hay que ponerse en manos de profesionales para disfrutar de tu tratamiento de fangoterapia, por lo que previamente nos informarán de las posibles contraindicaciones. Las personas con problemas cardíacos y renales deben reducir su exposición así como las afectadas por insuficiencias circulatorias, ya que pueden afectar directamente a sus dolencias.
Aplicación del fango
Hay diversas maneras de utilizar el fango, como baños de inmersión (con barro caliente a temperaturas de hasta 45 grados) durante una media de 15 a 30 minutos, aplicándolas en frío directamente sobre la zona a tratar, con compresas (con agua arcillosa, también en zonas concretas), o cataplasmas (fango extendido en telas de tejido natural que posteriormente se aplican en el cuerpo), entre otras.
¿Quieres disfrutar en primera persona de la experiencia de la fangoterapia? Lo tienes muy fácil: los balnearios de Caldaria te ofrecen la posibilidad de someterte a este tratamiento de salud en sus instalaciones. Y, por supuesto, con la supervisión médica necesaria que se ofrece desde los balnearios Caldaria.