Gripe y resfriado no son lo mismo, aunque lo parezca. Pero, ¿quién no ha confundido alguna vez los síntomas de estos dos problemas de salud? Antes de que llegue el invierno y, con la estación más fría del año, los primeros casos, vamos a tratar de identificar cada dolencia para que tengamos claro qué es lo que le pasa a nuestro cuerpo. Ambos son procesos infecciosos típicos del otoño y del invierno, pero son enfermedades diferentes y así se deben tratar.
El proceso gripal
La gripe es una enfermedad perteneciente al grupo de las afecciones respiratorias y está provocada por un virus llamado ‘influenza’. Este virus entra en nuestro organismo por vía oral o nasal y es de fácil contagio, por lo que es muy sencillo transmitirlo a través de los estornudos o la tos. Una vez que nos contagiamos, suele activarse en nuestro organismo en no más de 48 horas, el tiempo que ha estado incubando en nuestro cuerpo.
Cuando el virus se manifiesta, la enfermedad dura entre 5 y 7 días, aunque podría prolongarse hasta los 10. La clave de la enfermedad es su proceso febril, que suele durar entre 3 y 5 días. Esa facilidad de contagio es el gran peligro que tiene la gripe.
Los síntomas de la gripe, en la gran mayoría de los casos, son:
- Cansancio.
- Debilidad.
- Tos seca.
- Dolores y molestias musculares.
- Dolor de garganta.
- Fiebre de hasta 40 grados.
Se dan muchos casos en los que seguimos padeciendo la gripe, aunque prácticamente no tengamos síntomas. Pero en aquellos que se prolongan hasta los 10 días, lo normal es que acumulemos un cansancio extremo que nos obligará a descansar para poder seguir nuestra vida normal.
El proceso de un resfriado
El resfriado es también una infección a través de un virus en las vías respiratorias. Pero mientras la gripe es originada solo por el virus influenza, un resfriado puede ser provocado por más de 200 tipos de virus. Resfriado y catarro sí son sinónimos, aunque en numerosas ocasiones con catarro también nos referimos equivocadamente a gripe.
El resfriado tiene varios síntomas claros y son inequívocos:
- Estornudos.
- Mocos y congestión nasal.
- Rinorrea o goteo nasal.
- Irritación de los ojos.
- Tos y dolor de garganta.
La duración de un resfriado suele ser, al igual que la gripe, de entre 5 y 7 días aunque cuando superamos el proceso catarral es probable que se sigan teniendo síntomas como la tos.
Consejos para evitar el contagio de la gripe y el catarro
Cada temporada, millones de personas contraen gripes y catarros en todo el mundo. En algunos casos es casi imposible evitarlo, y no está en nuestra mano, mientras en otras sí se puede lograr. Estos son algunos consejos para no contagiarnos de gripe y catarro.
- Podemos contagiarnos en cualquier momento y cualquier lugar; por eso es importante la higiene: hay que lavarse siempre las manos sobre todo antes de comer, para manipular alimentos, tras sonarse la nariz o cambiar el pañal de un bebé.
- Es mejor usar pañuelos de papel y desechables, mejor que pañuelos de tela.
- Debemos evitar fumar y no estar en lugares con humo.
- Preferiblemente, es mejor evitar a personas resfriadas o con gripe.
- Los profesionales recomiendan vacunarse, sobre todo en otoño.
¿Cuáles son los tratamientos para la gripe y el resfriado?
Es una de las preguntas que nos hacemos más frecuentemente cuando padecemos cualquiera de las dos enfermedades. La respuesta es clara: son dos enfermedades distintas y tienen diferentes tratamientos. En el caso de la gripe no hay medicamentos que la eliminen, simplemente tomamos fármacos para hacernos sentir mejor como son los antitérmicos para bajar la fiebre. En gripe no existe, a día de hoy, un tratamiento que la erradique. Para minimizarla se recomienda:
- Reposo en cama.
- Beber agua abundantemente (más de dos litros por día).
- Inhalaciones de vapor de agua caliente.
- Si tenemos fiebre alta, nos podemos dar baños de agua tibia.
Aunque parezca extraño, tampoco hay cura para el resfriado ya que los antibióticos no tienen efecto contra los virus que originan el catarro. Además, estos no deben utilizarse salvo que tengamos una infección bacteriana. Si nos medicamos es, simplemente, para aliviar los síntomas, para nada más. El resfriado se cura solo.
Lo que sí podemos hacer cuando tenemos un resfriado es:
- Tomar analgésicos: sirven para bajar la fiebre y calmar dolores como el de garganta o cabeza. Es importante no abusar de ellos. Si se va a administrar analgésicos a los niños, es mejor darles un fármaco específico para ellos. Lo mejor es consultar en la farmacia.
- Tomar aerosoles nasales para descongestionarnos aunque no debemos usarlos durante más de 5 días seguidos. Los menores de 6 años no deben usar gotas ni este tipo de aerosoles.
- Tener cuidado con la aspirina: es importante no confundir síntomas de otros problemas de salud, ya que el ácido acetilsalicílico está contraindicado en pacientes que sufren enfermedad renal, úlcera gástrica, asma o varicela.
- Tomar jarabe para eliminar la tos.
Existen otros remedios caseros para minimizar el catarro como beber mucho líquido, tomar sopas calientes, descansar, aliviarnos la garganta con agua con sal y agua tibia, echarnos gotas de solución salina en las fosas nasales o ajustar la temperatura del lugar en el que estemos. Pero recuerda que nunca podremos evitar al cien por cien cualquiera de las dos enfermedades.
La gripe y el resfriado son dos enfermedades que, antes o después, estamos condenados a padecer</b. Lo mejor es estar prevenidos y tomar todas las precauciones posibles en nuestro día a día. Y si, desafortunadamente, el virus ataca, paciencia: no seremos los únicos.