Hay personas que aman el verano y los meses calurosos y pasan un auténtico trauma cuando llega el invierno y el mal tiempo; otros, sin embargo, son todo lo contrario: disfrutan del frío y las bajas temperaturas, mientras se agobian por el sol y el calor. Sobre gustos no hay nada escrito y sobre cuál es la mejor época del año para visitar un balneario, tampoco. Pero aquí te vamos a dar unas cuantas ideas para tener en cuenta.
El comienzo del año… en septiembre
El verano trastoca horarios, calendarios y trabajos. Primero se sueña con disfrutar de las vacaciones y, una vez de vuelta, no se deja de pensar en que faltan muchos meses para volver a irnos, lo que para muchos no deja de ser un drama. Por eso, la llegada del mes de septiembre es más que necesaria para volver a la rutina y a un día a día que ponga a cada uno en su sitio: los mayores, en el trabajo, y los pequeños, en el colegio.
La vuelta a la oficina y a las aulas suele coincidir con un desplome del termómetro que recibe cada año la llegada del otoño. El cuerpo lo nota y hay diversos estudios que achacan un estado de ánimo más triste por culpa de la ausencia de la luz solar que provoca niveles inferiores de melatonina y serotonina.
No solo eso, algunas investigaciones han revelado que algunos problemas de salud relacionados con el reúma suelen sufrir un aumento con la llegada del otoño. Las articulaciones, los músculos, los tendones y los ligamentos tienen que adaptarse a la nueva estación tras meses de calor. Esta situación, sobre todo a las personas de una determinada edad, lleva algunas semanas de aclimatación.
Con todo esto… ¿puede existir una idea mejor que encarar todos estos cambios en un balneario? El otoño es el momento perfecto para acercarse a uno de estos centros de salud termal. Aguas medicinales, piscinas de chorros y todo tipo de tratamientos para afrontar los meses más fríos del año con todas las garantías.
En un balneario no solo estamos descansando; también nos estamos recargando por dentro. Disfrutar de una tarde de lluvia desde una calentita piscina de chorros o descansando en una de las tumbonas con calefacción después de haberte sumergido en aguas mineromedicinales es algo que te ayudará a encarar la semana siguiente con todas las fuerzas.
El resto del año también cuenta
Sí, para nosotros el otoño es una estación ideal para ir a un balneario y hay multitud de ofertas que se ajustan a todos los bolsillos para que tu escapada sea perfecta. Pero eso no significa que sea la única época del año en la que se pueda (o deba) visitar un centro de salud termal: el resto de estaciones tienen también mucho que decir y que aportar.
De hecho, tanto el invierno como la primavera o el verano acumulan sus propias razones para erigirse como un gran destino para vacaciones termales. Acurrucarse en un balneario y disfrutar de sus aguas mineromedicinales en los meses más fríos del invierno es un plan al que pocos se pueden resistir. Además, muchos centros como los de Caldaria ofrecen diversos paquetes para disfrutar del invierno en sus instalaciones.
Pero si visitar un balneario es una gran idea en invierno, también lo es en primavera, cuando las temperaturas se recuperan y se pueden hacer multitud de planes, tanto dentro como fuera de las instalaciones. Practicar senderismo, turismo activo o, simplemente, disfrutar de todo lo que tiene que ofrecer un balneario en la época más colorida del año es una gran idea.
Mención aparte merece el verano: es la época del año en la que más vacaciones tenemos y, por tanto, podemos adaptar nuestro viaje tanto al tiempo como al presupuesto que tengamos. Los balnearios se han convertido en una gran opción para disfrutar de las vacaciones y son muchas personas las que eligen estos centros termales para poner su centro de operaciones y conocer nuevos destinos.
Además, los balnearios son destinos para todos los públicos: parejas jóvenes, mayores, familias o personas que quieren viajar en solitario. Todos pueden disfrutar de las aguas mineromedicinales, de los tratamientos y de las instalaciones de balnearios como los de Caldaria, preparadas para que la estancia de sus clientes sea idónea.
Y tanto en verano, como en otoño, invierno o primavera, no podemos olvidarnos de la gastronomía. La mayoría de los balnearios ofrecen buenos servicios de restauración para que sus clientes disfruten de su estancia a base de una alimentación rica y, además, saludable, ya que son menús controlados por sus servicios médicos.
¿Cuál es el mejor momento para ir a un balneario? Hay casi tantas respuestas como personas y aquí tienes muchas razones para visitar un centro de aguas termales en cualquier momento del año. Solo tienes que decidir cuál es el mejor para ti y hacer tu reserva. Aprovecha para conocer todo lo que los balnearios Caldaria tienen que ofrecer, amoldándose a tus gustos.