Puede que hayamos oído hablar de ellos, pero a la mayoría de las personas el masaje ayurvédico nos suena a chino. Aunque habría que decir, para ser exactos, que nos debería sonar a indio, ya que esta práctica con más de 5.000 años de antigüedad procede de India. Se trata de un tipo de masaje cuyo objetivo final es restablecer el bienestar físico y mental, pero sin olvidar al mismo tiempo la energía del cuerpo y los valores emocionales: por eso, además de un tratamiento físico, el masaje ayurveda es también un viaje espiritual. Si quieres conocer los beneficios de los masajes ayurvédicos estás en el lugar adecuado.
¿Qué es el masaje ayurvédico?
Lo primero que hay que hacer a la hora de entender esta práctica es conocer sus orígenes. Ayurveda significa “ciencia de la vida” y los masajes ayurvédicos están concebidos para satisfacer todas las necesidades de la persona en su conjunto: por eso se dice que es un sistema holístico, es decir, que debe ser entendido en su conjunto y no solo en lo que es el propio masaje en sí.
Los ayurvédicos consideran que cuando sufrimos una enfermedad o alguna parte del cuerpo nos duele, la causa de ese padecimiento se ha producido mucho antes. Son desajustes que ocurren en nuestro interior y que, si no se corrigen, provocarán múltiples problemas con el paso del tiempo. Por eso hablan de la constitución de las personas, a las que denominan ‘dosha’, y de sus desequilibrios, que reciben el nombre de ‘vikritis’.
Para que el organismo se encuentre en perfecto estado, tanto físico como mental y emocional, se utilizan diferentes aceites esenciales con los que se practican los masajes ayurvédicos. Esos masajes tienen que ser realizados por personas expertas, ya que se considera que, durante el masaje, el terapeuta hará una transferencia de energía a la persona que recibe el masaje, que debe estar preparado para recibirla. Lo hará por medio de diferentes movimientos y presiones, que son tan importantes como los propios aceites para que el masaje cumpla totalmente su objetivo.
Beneficios de los masajes ayurvédicos
Antes de proceder con el masaje, los terapeutas analizan a los pacientes conociendo algunos aspectos de su vida: cómo es su sueño, qué tipo de piel tienen, cómo les funciona el metabolismo o qué tal trabaja su sistema digestivo. Las respuestas a esas preguntas servirán para que la persona encargada de realizar el masaje se haga una idea del tipo de ‘dosha’ que predomina en el cliente y, por tanto, cuáles son los aceites esenciales más indicados en su caso.
Al mismo tiempo, también decidirá qué tipo de movimientos son los adecuados para el masaje y la presión que se debe ejercer. Porque además de elegir entre unos aceites y otros, también hay distintos tipos de movimientos y presión que servirán para que la persona que reciba el masaje se encuentre al cien por cien.
Una vez que comienza el masaje, el terapeuta perseguirá que su cliente se beneficie de todas las ventajas de los masajes ayurvédicos.
- Reduce la ansiedad: sabemos que el estrés y la ansiedad no son buenos compañeros de viaje en nuestra vida, pero el masaje ayurveda cree que se producen por desequilibrios existentes en nuestro cuerpo. Además de los masajes, recomiendan llevar una dieta sana y una vida equilibrada y relajada.
- Rejuvenece la piel: un análisis de la piel puede dar muchos datos sobre nuestra vida a los terapeutas ayurvédicos. Con sus masajes pueden conseguir que esa capa exterior de nuestro cuerpo presente una considerable mejoría ante los demás.
- Aumento de la flexibilidad: la relajación y revitalización que recibe nuestro cuerpo tras someterse a un masaje ayurveda provoca que ganemos en flexibilidad e, incluso, en la movilidad de alguna de nuestras articulaciones, al producirse un reajuste muscular interior.
- Fortalece el sistema inmunológico: la aplicación de aceites específicos en la zona del estómago puede ayudar a curar algunos problemas digestivos que, a la larga, afectan al sistema inmunológico.
- Ayuda a respirar mejor: durante el masaje, el terapeuta acopla su respiración a la del paciente para que la transferencia de energía sea más sencilla. Esa práctica también ayuda a que el cuerpo asimile mejor el oxígeno que necesita del entorno.
- Elimina las toxinas: el masaje ayurvédico ayuda a que el cuerpo se desprenda de las toxinas que se generan en el cuerpo promoviendo una mejor circulación de la sangre y combatiendo la tensión emocional que padecemos en el día a día.
- Ayuda a relajarnos: uno de los grandes objetivos que persigue esta terapia es la relajación del paciente y lo logra al trabajar sobre el sistema nervioso. Al mismo tiempo, ayuda a reactivar el sistema capilar.
Los beneficios de los masajes ayurvédicos son muchos y muy variados, pero también hay que tener en cuenta alguna contraindicación. De hecho las mujeres que se encuentran en los primeros meses de embarazo, las personas que padecen trombosis o aquellas que sufren de enfermedades contagiosas, no deberían someterse a esta práctica. Igualmente, se recomienda que se informe al terapeuta de posibles medicamentos que se están tomando en el momento de someterse al masaje, sobre todo si se trata de antidepresivos.
Pero, sin duda, las contraindicaciones no alcanzan a los beneficios de los masajes ayurvédicos. Lo mejor es ponerse en manos de verdaderos especialistas para que apliquen toda su experiencia y sus conocimientos de esta técnica milenaria en beneficio de nuestro propio cuerpo.