Una contractura es la contracción continuada e involuntaria de un músculo y sus fibras. Provocan dolor y una alteración de su funcionamiento normal.
Existen muchos tipos de contracturas y no solo son frecuentes en deportistas, como podríamos creer. Personas con vidas sedentarias, personas mayores o aquellos individuos que estén sometidos a fuertes cargas de estrés son las principales ‘víctimas’ de estos incómodos dolores.
¿Cuándo aparecen las contracturas?
Normalmente, las contracturas aparecen al realizar una actividad continuada con una postura inadecuada. Una mala postura en la oficina a la hora de sentarse en la silla es sinónimo de contracturas y fuertes dolores tanto en la espalda como en el cuello.
Cargar peso de manera inadecuada es otra de las causas. Muchas veces queremos alzar una caja y no utilizamos la postura correcta para hacerlo, o incluso tratamos de coger más peso del que nuestro cuerpo aguanta.
Otro de los factores es la deshidratación. Nuestro cuerpo necesita una alta cantidad de agua así como minerales como el potasio y el magnesio. Su falta puede hacer que aparezcan las dolorosas contracturas.
¿Y el factor psicológico? ¿También es causa de su aparición?
La respuesta es, por supuesto, sí. El estrés, la ansiedad y la tensión hacen que nuestro cuerpo permanezca rígido y, por tanto, esté en una mala postura continuada. Es entonces cuando comienza la tensión muscular y la rigidez en el cuello.
La clave contra las contracturas: la prevención
Ahora que ya sabemos qué es una contractura y sus causa más comunes, en nuestro blog HDOSO queremos hablar de la manera de evitarlas o paliarlas en el caso de que ya hayas sufrido dicha contractura.
Lo primero es tratar de prevenirlas. Se puede hacer a través de ejercicios de estiramiento. No hay que forzar el cuerpo, pero sí estirarlo o moverlo de manera más o menos continuada. Si estás en una oficina y tienes ocasión, por ejemplo, trata de levantarte cada cierto tiempo y camina, estira la espalda o mueve el cuello de un lado a otro. Evitarás futuras contracturas.
Realizar ejercicio regularmente es bueno para nuestro cuerpo y también para nuestra mente. Si incorporas a tu rutina del día a día unos ejercicios no te costará tanto como si comienzas de manera abrupta. Trata de caminar un poco más cada día o apúntate a una clase de yoga. Es el ejercicio perfecto para estirar tu cuerpo. ¡Un consejo! Si vas a hacer ejercicio, trata de calentar antes los músculos, no vaya a ser peor el remedio que la enfermedad.
En definitiva, mantén un estilo de vida saludable. Come bien, bebe suficiente agua y realiza ejercicio constante. Esto te ayudará a evitar que tu cuerpo sufra dolores y contracturas.
¿Y cuando ya estamos contracturados?
Antes o después todos hemos sufrido los dolores de las contracturas. Es algo muy común, sobre todo porque las prisas del día a día, muchas veces, nos impiden realizar el ejercicio que queremos o llevar a cabo nuestras tareas de la forma más adecuada para nuestro cuerpo.
Si ya sientes el dolor de una contractura, siempre te aconsejamos que vayas al médico o al fisioterapeuta. Ellos serán los que mejores consejos podrán darte e iniciar un tratamiento a base de técnicas de presión concretas, masajes descontracturantes y aplicación de calor sobre la zona afectada. Pero sí puedes realizar una serie de acciones para mitigar el dolor como aplicar calor en la zona afectada. Quince minutos de compresas calientes pueden aliviar el calor de la zona contracturada. Puedes utilizar también cojines eléctricos que calientan la zona hasta aliviar el dolor. Si aún así no te pasa, prueba a intercalar compresas de agua caliente con compresas de agua fría. Es un método con buenos resultados.
¿Y un masaje descontracturante? Ventajas y beneficios
Nuestro cuerpo necesita que lo muevan de vez en cuando, por lo que un masaje puede ser una buena opción para descontracturar el cuerpo y a la vez relajarte.
Aunque aparentemente un masaje descontracturante puede parecer doloroso en sí, no lo es. Evidemente es un masaje un poco más fuerte que el habitual para relajar el cuerpo. Pero solo notarás las molestias en las zonas tensas y el beneficio después será mucho: esas zonas se verán libres de tensión y sentirás, sobre todo alivio.
Ventajas del masaje descontracturante:
- Relaja y ayuda a dormir profundamente.
- Activa la circulación sanguínea y te ayuda a eliminar toxinas en tu cuerpo.
- Alivia dolores de cabeza e incluso migrañas producidas por contracturas cervicales.
Aunque a veces se comete el error de creer que el masaje descontracturante solo se hace en la espalda, esto no es así. También puede aplicarse sobre cervicales, manos, brazos, piernas y pies.
Caldaria: la solución para el estrés de cuerpo y mente
En nuestros balnearios de Caldaria contamos con profesionales que puedan ayudar con este tipo de problemas musculares. Además de sus aguas termales (tanto del balneario de Laias, como el de Arnoia y Lobios), contamos con masajistas profesionales que devolverán la energía a tu cuerpo.
Entre otros programas de balneario, contamos con el denominado ‘’Programa Caldaria Relax’’, perfecto para los dolores que puedan provocar las contracturas musculares.
En su pack de dos noches cuenta con una bañera de hidromasaje, chorro descontracturante, un masaje de hombros y cuello y un masaje parcial de relajación. En el pack de tres noches, además de todo lo anterior, se incluye además estufa y un masaje bajo ducha. Puedes reservar tu masaje aquí.
Vida sana, movimiento y una visita a nuestros balnearios Caldaria en cuanto tengas ocasión, hará que no solo tu cuerpo te lo agradezca, también tu mente. Una buena salud comienza por unos buenos hábitos de vida.