La glandora, también conocida como glandorina, es una flor nativa de la península ibérica que ha sido utilizada durante siglos por sus propiedades medicinales. Esta flor crece en regiones montañosas y se encuentra comúnmente en España, Portugal y Marruecos. A continuación, explicaremos qué y cuáles son sus beneficios para la salud.
¿Qué es la glandora?
La glandora es una flor con una belleza única y una apariencia muy distintiva. Tiene un tamaño pequeño, unos 3-5 cm de diámetro, y cuenta con un colorido pétalo que puede variar desde un azul pálido hasta un azul intenso. La flor tiene una vida corta y suele florecer durante el verano, desde junio hasta agosto.
En la medicina tradicional, la glandora ha sido utilizada para tratar diversos trastornos de salud, desde problemas respiratorios hasta trastornos digestivos. Sus propiedades curativas se deben a la presencia de varios compuestos activos, incluyendo flavonoides y ácidos orgánicos.
Beneficios para la salud de la glandora
Entre los múltiples beneficios de la glandora destacan:
Propiedades antiinflamatorias
Los compuestos activos presentes en la glandora, especialmente los flavonoides, tienen propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a reducir la inflamación en el cuerpo. Esto puede ser beneficioso para las personas que sufren de afecciones inflamatorias crónicas, como la artritis.
Alivia el estrés
La glandora puede ayudar a aliviar el estrés y la ansiedad gracias a su efecto sedante y calmante. Esto puede ser beneficioso para las personas que sufren de trastornos del sueño, ya que puede ayudar a mejorar la calidad del sueño y promover la relajación.
Mejora la función cognitiva
Ayuda a mejorar la función cognitiva gracias a su contenido de flavonoides y otros compuestos activos. Estos compuestos pueden mejorar la circulación sanguínea en el cerebro y promover la salud del sistema nervioso.
Protege el sistema cardiovascular
Los flavonoides presentes en la glandora también tienen propiedades antioxidantes y pueden ayudar a proteger el sistema cardiovascular al prevenir el daño celular. Esto puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como la hipertensión arterial y la enfermedad coronaria.
Uso de la glandora en la medicina tradicional
La glandora también se ha utilizado para tratar afecciones respiratorias como la tos, la bronquitis y el asma. Sus propiedades expectorantes pueden ayudar a aliviar la congestión nasal y la tos al aflojar las secreciones respiratorias.
Además, se ha demostrado que tiene propiedades antiespasmódicas que pueden ayudar a reducir los calambres y las contracciones musculares en el cuerpo. Esto puede ser beneficioso para las personas que sufren de dolor menstrual o trastornos gastrointestinales como el síndrome del intestino irritable.
Se cree que la glandora también tiene propiedades antibacterianas y antivirales que pueden ayudar a combatir infecciones en el cuerpo. Algunos estudios han demostrado que los compuestos presentes en la glandora pueden inhibir el crecimiento de ciertas bacterias y virus, aunque se necesitan más investigaciones para confirmar estos hallazgos.
Cómo consumir la glandora
La glandora se puede consumir en diferentes formas, incluyendo infusiones, cápsulas, tinturas y extractos. La forma más común de consumo es a través de una infusión. Para prepararla, se debe hervir agua y agregar una cucharadita de glandora seca por cada taza de agua. Dejar reposar durante unos minutos y luego colar antes de consumir.
Si estás interesado en consumir la glandora, habla con un profesional de la salud para determinar la mejor forma y dosis para ti.
