En el municipio ourensano de Nogueira de Ramuín, a escasa media hora de la capital termal de As Burgas podemos encontrar el antiquísimo monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil, en la parroquia del mismo nombre, visita obligada si estás en la provincia y quieres disfrutar de la mejor arquitectura monumental e historia de la Ribeira Sacra.
Está considerado uno de los monasterios románicos más importantes de la Ribeira Sacra y no se sabe con seguridad cuándo se construyó aunque sí que es anterior al siglo X. Los primeros datos que se tienen atribuyen su construcción a Martín de Braga (cristianizado como Martín Dumiense, uno de sus varios nombres) en el siglo VI. Aunque este dato probablemente no sea tan veraz como que fue un antiguo eremitorio (lugar habitado por un eremita, con una ermita o capilla como lugar de peregrinación), muy popular en ese mismo siglo en Galicia debido a la cristianización que entró por la Vía Nova tras el abandono de la península por parte de los musulmanes.
La primera documentación escrita que hay sobre su construcción data del año 921 (12 de octubre). En ella el rey Ordoño II, hijo de Alfonso III (que reinó en Galicia entre los años 910 y 914 otorgaba al abad Franquila, a petición del conde Gutierre Meléndez, la reconstrucción del monasterio. Como dato curioso, el conde Gutierre Meléndez fue el padre de San Rosendo, fundador del conocido monasterio de San Salvador de Celanova.
En el siglo XI, Santo Estevo se convirtió en uno de los principales monasterios de Galicia. Fue también lugar de retiro de nueve obispos entre los siglos X y XI y, cuenta la leyenda, que sus anillos tenían poderes curativos, motivo que hizo acrecentar su fama. Esto se refleja en el escudo del propio edificio, que cuenta con la representación de las nueve mitras de los famosos nueve obispos.
Actualmente se conservan los nueve anillos en una caja de plata, custodiados en el propio monasterio. También se encuentran enterrados los obispos que, se cree, llegaron hasta allí huyendo de la invasión musulmana y vivieron en el monasterio hasta su muerte. En el siglo XVI se conoció, por primera vez, la identidad de los obispos enterrados: Vimarasio y Ansurio de la diócesis de Ourense; Servando, Viliulfo y Pelayo, de la diócesis de Iria; Alfonso, de la diócesis de Astorga y Ourense, Gonzalo, Osorio y Froelengo, de la diócesis de Coimbra y Pedro, del que se desconoce la procedencia.
Iglesia y conjunto monacal
El conjunto monacal resulta impresionante Destaca la iglesia, que se comenzó a construir en el año 1183 pero que no se terminó hasta el siglo XV. Realizada en sillares de granito, tiene una planta rectangular de tres naves y tres ábsides semicirculares. La fachada principal, orientada hacia el oeste, como es costumbre en este tipo de templos acoge el cementerio parroquial y forma ángulo recto con el resto del conjunto monacal.
Respecto al monasterio, este es de estilo benedictino y su fachada principal está construida en granito gris y es de estilo barroco. El monasterio gira en torno a tres impresionantes claustros principales: claustro grande o de los monasterios, claustro de los obispos y claustro del viveiro o claustro pequeño.
Remodelación
Será en el año 2004 que el monasterio, ya sin uso, dio paso a un parador y hotel, que cuenta con 77 habitaciones y cuatro estrellas y forma parte de la red de Paradores de Turismo de España. Muchas de sus habitaciones están situadas con vistas al claustro y otras, las más codiciadas, con vistas al río Sil y las montañas y valles más espectaculares de la zona.
Qué ver en los alrededores
Además de esta visita, la zona de la Ribeira Sacra, cuyo turismo creció exponencialmente en los últimos años con el aumento de los destinos locales debido a las restricciones durante la pandemia, es uno de los lugares que más tiene que ofrecer a los visitantes. Además de admirar las vistas desde los múltiples miradores que hay construidos en ambas orillas del río Sil, son visitas obligadas también la villa medieval de Castro Caldelas, el monasterio de Santa Cristina o un paseo en catamarán por las aguas de este milenario cañón natural.
Acercándonos más a la ciudad de Ourense (y a nuestros balnearios Caldaria) también se puede visitar el monasterio de San Pedro de Rocas y sus tumbas antropomórficas, el monasterio de Montederramo o el de Xunqueira de Espadañedo.