El 11 de abril se celebra el Día Mundial del Parkinson, una enfermedad que padecen entre 120.000 y 150.000 personas en España. La Federación Española de Parkinson la define como “un trastorno neurodegenerativo que afecta al sistema nervioso de manera crónica y progresiva” y debe su nombre a James Parkinson, el doctor británico que la describió por primera vez hace más de dos siglos, en 1817, y que ha pasado a la historia por ser el primero en analizar a fondo esta enfermedad que provocaba una parálisis agitante.
¿Qué es la enfermedad de Parkinson?
El Parkinson no se puede diagnosticar a través de un análisis de sangre o de alguna prueba de escáner, como sí sucede con otras afecciones. Sin embargo, los expertos sí saben cómo se produce y se debe a la muerte o el mal funcionamiento de las neuronas encargadas de generar dopamina, una sustancia vital en el cerebro y que es la encargada de transmitir la información para realizar movimientos con normalidad. Si no hay dopamina se produce una alteración en el control del movimiento provocando algunos síntomas habituales de esta enfermedad como puede ser el temblor, pero también la lentitud, el desequilibrio o la rigidez.
Según la Sociedad Española de Neurología (SEN) , cada año se diagnostican en España unos 10.000 casos de enfermedad de Parkinson, la mayoría de los cuales tienen una edad superior a los 60 años. Sin embargo, se estima que un 15% de los casos se da en personas menores de 45 años e, incluso, hay situaciones en los que la enfermedad se inicia en la infancia o en la adolescencia: esas personas sufren el conocido como 'Parkinson juvenil'.
Causas de la enfermedad de Parkinson
La enfermedad de Parkinson no tiene una única causa ni un único síntoma. Responder a la pregunta de por qué una persona tiene Parkinson no es fácil. La comunidad científica coincide en que hay una mezcla de factores que conducen a esta enfermedad entre los que se encuentran la genética, factores ambientales, el propio envejecimiento y otro tipo de situaciones. Es lo que se conoce como enfermedad idiopática, es decir, de la que no se conoce su origen y causas a ciencia cierta.
Factor de envejecimiento: es el mayor riesgo para sufrir esta enfermedad y se estima que, en menos de dos décadas, para 2040, el número de enfermos de Parkinson se duplicará en todo el mundo. Los científicos creen que las células, al envejecer, son más susceptibles de verse dañadas, pero también de sufrir algún cambio genético que derive en esta afección.
Factores genéticos: los investigadores de la enfermedad de Parkinson creen que un 30% de las causas de sufrirlo tienen que ver con la genética. Incluso se han llegado a identificar algunos genes que estarían directamente relacionados con el Parkinson como el GBA, el LRRK2, el PRKN o el SNCA. Sí se sabe a ciencia cierta que algunas mutaciones genéticas aumentan considerablemente el riesgo de sufrir la enfermedad, pero no todas las personas que portan esas mutaciones terminan contrayendo Parkinson.
Factores ambientales: la exposición a pesticidas y a determinadas toxinas también tendría mucho que ver en las causas de padecer Parkinson. Sin embargo, y a pesar de los enormes avances que se han producido en la investigación en los últimos años, es tal aún el desconocimiento que incluso hay estudios que relacionan el consumo de cafeína y tabaco con una menor posibilidad de sufrir esta enfermedad, aunque los científicos no recomiendan consumir esas sustancias en exceso. Un ejemplo de la necesidad de seguir investigando sin descanso.
Pero lo que defienden la mayoría de los investigadores es que una persona enferma de Parkinson por una combinación de todos esos factores. Ahondar en esta investigación ayudará a encontrar nuevos tratamientos que sean capaces de prevenir, o al menos retrasar, la aparición y desarrollo de esta enfermedad.
Síntomas del Parkinson
Los síntomas del Parkinson no son iguales para todas las personas. De hecho, hay tres síntomas principales que se pueden repetir o no en cada uno de los enfermos, pero el grado en el que aparecen cambia de uno a otro. Esos tres síntomas principales son el temblor en reposo, la rigidez y la bradicinesia o lentitud del movimiento. Además, hay quien sufre problemas de equilibrio y coordinación, camina con dificultad, etc.
Pero también existen otros síntomas que no son visibles de cara al exterior y que dificultan el diagnóstico. Así, muchos enfermos padecen de depresión o problemas de memoria, mientras otros tienen dificultades con el sueño y otros sufren estreñimiento. Son síntomas invisibles y pueden aparecer o no en cada persona, incluso antes de ser diagnosticados.
Cómo tratar el Parkinson
Actualmente no existen terapias para detener o retrasar la progresión de la enfermedad de Parkinson ni existe una cara. Aunque se están logrando avances significativos. Ya hay medicamentos que ayudan a reducir los síntomas motores (del movimiento) y no motores, lo que permite a muchas personas llevar vidas casi totalmente normales durante muchos años. También hay intervenciones quirúrgicas destinadas a estimular el cerebro que pueden ayudar con algunos síntomas.
Dentro de los consejos para enfrentarse a esta enfermedad, la fundación de Michael J. Fox, el actor norteamericano que lleva años padeciendo Parkinson, recomiendan buscar un especialista en trastornos del movimiento, una figura que puede ayudar a planificar una estrategia de tratamiento que ayude en el día a día de los enfermos.