Galicia es lugar de embrujo y de leyenda, de agua y naturaleza, de belleza incomparable hasta en sus rincones más inexplorados. Y Ourense, disfrutado por muchos pero desconocido aún por otros tantos, es uno de esos lugares sorprendentes que esconden impresionantes tesoros naturales. Uno de ellos es las Pozas do Homem.
Ubicado entre Lobios y las Terras de Bouro, a ambos lados de la frontera que separa España de Portugal, su abundancia de agua y sus cascadas hacen de este lugar un sitio mágico y misterioso en el que la madre naturaleza reina a sus anchas. Pintoresco como pocos, es un destino tan representativo como desconocido de la Galicia más bella. Su visita es obligada y nuestros sentidos, los mejor recompensados con grandes vistas panorámicas, olor a bosque, el sonido del agua cayendo… Bienvenidos a las Pozas do Homem, un festival de la naturaleza.
Una cascada, frontera natural entre España y Portugal
Las Pozas do Homem se encuentran dentro del Parque Natural Baixa Limia - Serra do Xurés, que al cruzar la frontera y entrar en Portugal se convierte en el Parque Peneda-Gerés: es un destino ideal para hacer senderismo y que destaca por sus sorprendentes paisajes. Ya solo las vistas merecen la visita y, además, es uno de los pasos fronterizos del Baixo Miño.
Portela do Homem es conocida por muchos vecinos como una de las maravillas del Xurés y lo es por la singularidad del entorno, la limpieza y los colores turquesas de sus frías aguas. Allí se esconden las Pozas do Homem, a unos 820 metros de altitud y en la frontera natural entre España y la vecina Portugal. Las localidades más cercanas son el municipio español de Lobios, un paraíso para el turismo, y el portugués de Terras de Bouro. Y es el lugar mágico en el que disfrutar de una impresionante cascada natural en la mismísima frontera.
Sin embargo, el hecho de estar a 800 metros de altitud y en una localización más que agreste no lo hace un lugar complicado de encontrar. Se llega fácilmente por la carretera OR-312 y se encuentra apenas a una decena de kilómetros de Lobios. Si continuamos esa carretera llegaremos, al otro lado de la frontera, hasta Vila do Gerés a través de una preciosa carretera de montaña en la que podemos disfrutar de la belleza de sus paisajes. El lugar bien se merece alguna parada para dejar constancia de la visita en una buena foto.
Cómo llegar a las Pozas do Homem
Lo mejor para llegar es entrar en territorio portugués y conducir con cuidado porque la señalización de la carretera es mínima, aunque no tiene pérdida. No hay forma de acceder en vehículo a las inmediaciones de las pozas, por lo que tendremos que aparcar en la propia carretera, a casi un kilómetro de distancia. Desde el lugar en el que dejemos el coche hasta las pozas deberemos llegar caminando.
A partir de la zona de estacionamiento, tendremos que coger un sendero estrecho y cuyo acceso no es sencillo, sobre todo, en la parte más alta. Hay otra alternativa y es tomar el sendero que tiene un puente de piedra. La ruta más recomendable es tomar la antigua calzada romana y bajar por el camino que encontraremos hasta las pozas.
Es muy importante ir muy bien preparados con calzado adecuado y, si vamos con menores, hay que extremar las precauciones. Hay que estudiar esta ruta antes de comenzar la escapada porque no es una excursión para personas con movilidad reducida. Las Pozas do Homem es un lugar altamente recomendable para explorar con amigos y familiares. Sus vistas y la experiencia se grabarán en nuestros recuerdos de por vida.
Si no queremos ir en coche propio, existen pocas posibilidades alternativas ya que no hay transporte público hasta la zona. Tanto si te alojas en el balneario Caldaria de Lobios como si lo haces en otro establecimiento de la zona, se recomienda preguntar, ya que existen algunas empresas turísticas que nos pueden organizar la escapada.
Cuándo ir a las Pozas do Homem
La mejor época para visitar las Pozas do Homen es en verano, ya que podrás disfrutar de un placentero y refrescante baño. Otra opción es hacerlo en otoño, momento en el que disfrutarás de una gran mezcolanza de colores típicos de esta estación. Si vamos en esta época del año hay que tener cuidado con nuestra caminata, ya que gran parte del camino es de cantos rodados y tierra y podemos resbalarnos.
Las pozas son aptas para el baño, pero primero se recomienda observarlas y no tirarnos de cabeza para tener en cuenta la profundidad: hay zonas poco profundas, mientras en algunos lugares la poza puede llegar a tener hasta 4 metros de profundidad. En agosto, la temperatura del agua de la poza puede alcanzar los 23 grados, aunque hay quien asegura que la temperatura no llega nunca hasta esa cifra. Lo que sí es cierto es que bañarse en las Pozas do Homem no solo nos garantizará un baño refrescante, sino también una experiencia inigualable.
Otro de los atractivos que tienen las Pozas do Homen es que no están saturadas de excursionistas: se trata de un destino tranquilo y nos cruzaremos en el camino con muy pocos visitantes. Por eso, es característico de este lugar un susurro constante de tranquilidad y silencio, además de un entorno pintoresco.
Si lo que buscamos es ver animales y fauna, no hemos acudido al lugar más indicado, ya que es raro ver alguna que otra ave. Sin embargo, quien quiera disfrutar de musgo, helechos y líquenes dentro de un denso bosque, está de enhorabuena: tiene toda la naturaleza ante sus ojos para no olvidarla.
Vayamos cuando vayamos, hacer una escapada a las Pozas do Homem es una de esas decisiones acertadas que tomaremos para disfrutar de nuestro tiempo libre visitando un lugar que no olvidaremos fácilmente.