No cabe duda de que la dieta vegana va ganando adeptos día a día. De hecho, son muchos los personajes célebres que manifiestan abiertamente su condición vegana. Y es que las ventajas que trae consigo este tipo de alimentación son manifiestas. Sin embargo existen algunos posibles inconvenientes que se deben controlar. Por eso sigue leyendo y descubre cuáles son los pros y contras de la dieta vegana.
Ventajas
Antes de abordar los pros que la dieta vegana tiene para la salud, queremos detenernos un segundo en la conciencia medioambiental aparejada a este tipo de alimentación. Los veganos muestran un especial respeto por los animales, tanto que rechazan consumir ningún producto de origen animal, como leche o huevos. Consideran así que luchan contra la explotación animal en granjas. Defienden además la agricultura sostenible y de proximidad, reduciendo la huella de carbono asociada a los transportes de alimentos.
Centrándonos en el aspecto de la salud, la dieta vegana aporta un alto contenido en vitaminas y antioxidantes, permitiendo una mayor absorción de los micronutrientes gracias al alto aporte de frutar y verduras.
De este mismo modo, aporta un importante contenido en fibra, un nutriente especialmente deficitario en otras dietas actuales, pero muy necesario para mantener la regularidad de nuestro organismos.
La dieta vegana también se caracteriza por un bajo aporte en grasas, así que se reducen todos los problemas relacionadas con este aspecto, como el colesterol sin ir más lejos.
Además, como ya hemos dicho, la dieta vegana apuesta por los productos de la agricultura ecológica, que se cultivan sin el uso de pesticidas u otros productos químicos que dejan su huella en los alimentos. Así se reduce también la ingesta de estos residuos que, a la larga, pueden resultar perjudiciales para la salud.
Inconvenientes
Empecemos quizás por uno de los contras menos trascendentes para nuestra salud pero igualmente significativo. Y es que una dieta vegana requiere reeducar nuestro paladar. No quiere decir esto que los alimentos que incluyen este tipo de alimentación tengan un sabor desagradable, pero sí que estamos acostumbrados a priorizar el gusto de carnes, pescados, lácteos o huevos. Sabores como el del tofu o el seitan terminarán entrando en tu lista de favoritos, pero posiblemente debas adaptarte a ellos. Tampoco estamos diciendo que vayas a renunciar a platos más comunes, como mil y una recetas de pasta.
El inconveniente más reiterado de la dieta vegana es sin duda la carencia de aporte de ciertos elementos. El hierro, el calcio, la vitamina B12 o los ácidos grasoso omega 3 son elementos necesarios para una alimentación equilibrada, pero suelen menguar al eliminar el consumo de carne o lácteos, así que deben ser suplementados.
La flacidez también puede hacer acto de presencia en las personas que asumen una dieta vegana si no realizan un correcto aporte de proteínas.
Con todo, y como siempre recomendamos, lo mejor es que acudas a tu médico si estás dispuesto a realizar cualquier cambio en tu alimentación. Tampoco olvides hacerte revisiones periódicas y análisis de sangre para controlar el estado de tu salud.