Cuando hablamos de cuidar la piel, solemos pensar en rutinas largas, frascos elegantes y pasos infinitos con nombres que no siempre entendemos del todo. ¿Tónico, sérum, esencia, booster, contorno, ampolla, hidratante, SPF...? La pregunta es inevitable: ¿realmente necesitamos todo eso?
Lo cierto es que el cuidado de la piel no tiene por qué ser tan complicado. Y mucho menos, caro o interminable. Nuestra piel —al igual que nuestro cuerpo— necesita equilibrio, constancia y, sobre todo, atención consciente. A veces, menos es más. Pero antes de vaciar tu estantería, vamos por partes.
¿Qué necesita la piel realmente?
La piel es el órgano más grande del cuerpo y, como tal, su función principal es protegernos. Para hacerlo bien, solo necesita tres cosas: limpieza, hidratación y protección solar. Todo lo demás ayuda, especialmente cuando se tienen distintas necesidades (no todos tenemos la misma piel) pero no es imprescindible para mantener una piel sana. Veamos qué nos aporta cada uno de estos pasos, además de recomendaciones de la cosmética termal de Caldaria para los mismos.
Limpieza (mañana y noche)
Eliminar restos de sudor, suciedad o maquillaje es el primer paso. Pero cuidado: limpiar no significa agredir. Evita los jabones demasiado abrasivos o los productos con alcohol. La clave está en encontrar un limpiador suave, que respete el equilibrio natural de tu piel.
La leche limpiadora de Camomila de De Balneis mantiene el PH mientras que calma y descongestiona la piel.
Hidratación (siempre)
Todas las pieles necesitan hidratación. Incluso las más grasas. No se trata solo de echar crema: hidratar significa devolver a la piel el agua que pierde a lo largo del día. ¿Un truco? Elige una textura que se adapte a ti: gel, loción o bálsamo. La constancia será siempre más importante que el formato.
De Balneis ofrece varios productos para mantener ese agua natural de la piel viva, como el fluído hidratante, o el suero de alta hidratación, (¡elige el que te funcione a ti!).
Protección solar (todo el año)
No solo en verano. La exposición solar es el factor que más envejece la piel y que, además, puede provocar daños invisibles. Un protector solar de amplio espectro (mínimo SPF 30) es un seguro diario para tu piel. Aplicarlo cada mañana, incluso en días nublados, es una rutina sencilla que hará toda la diferencia. ¡Sólo tienes que elegir la intensidad que necesita tu piel!
¿Y los demás productos?
Serums, tónicos, aceites, esencias, exfoliantes… son complementos. no obligatorios, y están para adaptarse a cada uno y su piel. Si disfrutas mimando tu piel con ellos y te funciona, ¡adelante! Pero elige bien..tu piel lo agradecerá. Echa un vistazo al catálogo de De Balneis de Caldaria para ver si alguno de nuestros tratamientos está hecho para ti.
Así que si estás empezando o si simplemente quieres simplificar tu rutina, quédate con LHP:
- Limpiar
- Hidratar
- Proteger