A lo largo de los últimos meses hemos puesto el foco de atención en nuestra salud porque es, sin lugar a duda, nuestro mayor tesoro. Hemos tratado diferentes dolencias, tratamientos y propiedades de las aguas mineromedicinales. Pero hoy queremos hacer una labor de recopilación y traer de nuevo una solución para cada uno de nuestros problemas.
Según tipos de agua
Lo primero que estamos teniendo en cuenta a la hora de elegir un tratamiento termal es el tipo de agua que mejor se adecua a nuestras necesidades. Por eso lo que repasaremos a continuación son las mejores clases de agua mineromedicinal para cada problema.
Si lo que queremos tratar son problemas dermatológicos las aguas más recomendadas son las sulfuradas ricas en zinc, calcio y hierro. Eso incluye los problemas de acné. En el caso de la psoriasis las aguas con alto contenido en azufre serán especialmente beneficiosas, al reducir la inflamación y la descamación de la piel.
En cuanto a cuestiones relacionadas con huesos y articulaciones, como reumatismos o artritis recurriremos a augas sulfuradas, bicarbonatadas, fluoradas y con un pH cerca de la neutralidad.
A la hora de tratar dolencias como la rinitis o la sinusitis las aguas sulfuradas son también las mejores.
Para atajar los problemas gástricos como la hiperacidez, se sugieren aguas bicarbonatadas sódicas y alcalinas.
Atendiendo a la temperatura también podemos clasificar las aguas y sus propiedades. De este modo, si tratamos enfermedades musculares, óseas o una cura ante la ansiedad las aguas hipertermales serán las más calmantes, así es como responde nuestro cuerpo cuando se sumerge en agua caliente. Sin embargo, para episodios relacionados con la circulación prueba con choques térmicos.
Según tratamientos
Los baños en aguas termales son una de las terapias más recomendadas para múltiples cuestiones, pero existen otras aplicaciones de las augas mineromedicinales extraordinarias.
Las inhalaciones de vapores o los lavados nasales son una buena opción ante problemas ORL y de las fosas nasales. A esto se le suman los vahos, aerosoles o la cura hidrotópica para otros problemas del aparato respiratorio.
Si de circulación sanguínea las duchas, los chorros y los baños de burbujas están entre los recursos más demandados.
Los masajes son otro de los tratamientos más conocidos.
Esta es solo una muestra de cómo las aguas y sus tratamientos pueden ayudarnos en diferentes problemas, no dejes de repasar nuestra sección de salud para profundizar más en estas y otras cuestiones.