El turismo termal puede ser uno de los primeros sectores turísticos en recuperarse de la crisis causada por la Covid-19. Esta ha sido una de las conclusiones del Workshop especializado en turismo de salud y bienestar organizado el pasado noviembre por Termatalia, la única Feria Internacional del Turismo Termal de la Península Ibérica. En él, los touroperadores participantes coincidieron en ver las oportunidades para el turismo de salud en el contexto actual, por ser un sector “en el que prima la especialización, la segmentación y la seguridad; que conjuga a la perfección con otros productos como el turismo rural o de naturaleza o que está integrado en la oferta de turismo de proximidad que en estos momentos es lo que solicita el turista”.
Potencial termal de Galicia
En este contexto, Galicia en general, y Ourense en particular, tienen que aprovechar la ventaja que les da ser una potencial termal dentro de España y de Europa. Por todo el territorio gallego hay repartidas unas 300 captaciones de aguas (57 de ellas en la provincia de Ourense). Además, la Comunidad cuenta con 21 balnearios (más del 20% del total de España) que ofrecen más de 3.000 plazas hoteleras. También dispone de manantiales de aguas mineromedicinales, otros recintos termales y pozas públicas gratuitas.
En línea con esta importancia, y para responder a la aparición y auge de establecimientos que utilizan el agua termal con un uso no terapéutico, sino lúdico y de esparcimiento, Galicia aprobaba a finales de 2019 la Ley que regula el aprovechamiento lúdico de las aguas termales, con la que se pretende garantizar las condiciones sanitarias y la legalidad de estos establecimientos. Los balnearios que ofrecen tratamientos médicos y preventivos siguen rigiéndose por su norma específica, que data de 1995.
Como destaca el Plan de Turismo Termal de Galicia, el turismo termal es «uno de los productos turísticos con mayor grado de especialización y singularidad, con mayor capacidad de desestacionalización de la demanda, con poder para la captación de más segmentos de público, de gran atractivo para la articulación de oferta turística combinada con otros productos o servicios relacionados con el patrimonio cultural, natural, enogastronómico, deportivo, etc.».
Por ello, previsiblemente el termalismo sea una de las prioridades en el nuevo Plan Director 2021-2023 “Galicia Destino Seguro” que han comenzado a planificar el Clúster Turismo de Galicia y la Xunta de Galicia con la colaboración de las tres universidades gallegas. Su objetivo: reactivar el turismo en Galicia para superar la crisis provocada por la pandemia. Según aseguró en su presentación el presidente del Clúster Turismo de Galicia, Cesáreo Pardal, el Plan Director “debe aprovechar las oportunidades para reposicionar a Galicia como un destino que sea percibido como seguro”.
Turismo deportivo
Otro subsector dentro del turismo que puede capear con mejores perspectivas los efectos de la crisis es el denominado turismo deportivo y activo, que antes de la pandemia generaba en España un negocio de 13.800 millones de euros anuales. Y aunque los eventos y competiciones deportivos han sufrido un parón por la pandemia, ya empiezan a retomarse, gracias a la aplicación de protocolos de prevención que permiten celebrarlos en condiciones de seguridad.
Además, la pandemia ha supuesto un boom de la bicicleta (se estima que en los últimos meses se han vendido en España un 20% más de bicis), por lo que el cicloturismo se presenta como otra oportunidad para la recuperación turística.
De ahí que iniciativas que combinan termalismo y turismo activo, como la oferta de termalismo deportivo de Caldaria o la propuesta Xurés Termal Bike tienen todos los elementos que pueden atraer al nuevo viajero post covid. Un viajero, según define un reciente estudio de la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV) y la firma de consultoría Braintrust, que quiere seguir disfrutando de sus escapadas pero de manera segura. “Este viajero va a elegir destinos con menos aglomeraciones, en entornos rurales y zonas de naturaleza y montaña donde se pueda disfrutar de experiencias al aire libre, buscando una seguridad, higiene, privacidad y tranquilidad que considera claves para un destino turístico en esta era covid”, dice el informe.
La crisis del nuevo coronavirus ha impedido a muchas personas viajar durante estos últimos meses, pero no ha restado las ganas de seguir haciéndolo. Cuando la situación sanitaria mejore, es posible incluso un efecto rebote en el sector turístico, y el turismo termal tiene que estar preparado para aprovecharlo, sacando partido de sus ventajas.