Cualquier ocasión es buena para visitar un balneario, pero en muchas ocasiones se asocia o un número limitado de circunstancias: ante un problema de salud o ante la necesidad de relajarse. Y esos son buenos motivos, pero hoy te presentamos otras 10 ocasiones ideales para visitar un balneario.
- Cumpleaños: Los balnearios son lugares en los que se deben respetar ciertas normas de tranquilidad, pero eso no impide que sean la opción ideal para planes divertidos, como por ejemplo un cumpleaños. Regálale a ese amigo o familiar una escapada juntos o en grupo a un balneario. Unos buenos tratamientos y una cena especial con un buen vino harán redondo el plan.
- Despedida de soltera (o soltero): Una buena despedida de soltero (o soltera) incluye un plan de aventura -un viaje express sorpresa, deportes de aventura...- Un balneario pondrá el contrapunto y podréis continuar la diversión.
- Un reencuentro: Hace tiempo que no ves a esa persona y te propone compartir un día. Os apetece hacer algo diferente, divertido, donde podáis charlar pero también recargar las pilas. Pues directos a un balneario. Mientras disfrutáis de las piscinas termales y otras instalaciones podréis poneros al día y dedicar un ratito a un tratamiento personal para recuperar todas vuestras energías.
- Una despedida: En el lado contrario, si toca decirle hasta pronto a alguien especial llévatelo a un balneario un par de días. Esa escapada será un gran recuerdo que conservar hasta que volváis a veros.
- Una cita: Quizá un balneario no sea el lugar ideal para una primera cita, pero sí para una de las siguientes. Un entorno diferente que se presta a la cercanía, seguro que unas risas salen. Ah! Y cero pudor por lo del bañador y el gorro.
- Curar un mal de amores: Y si las citas no salen bien y hay que curar un mal de amores, cógete a tus mejores amigos y al balneario. No hay nada que una estancia termal no pueda solucionar.
- Terminar unas vacaciones: Pueden darse dos casos. Si viajas a una capital termal debes reservar al menos un par de días para disfrutar de este recurso. Si, por el contrario, viajas a algún lugar sin balnearios pero en el que te metes una paliza, en el buen sentido, haciendo turismo, incluye en tu itinerario una escala en uno.
- Un anuncio importante: Si quieres reunir a tu familia y amigos para comunicarles una noticia importante, ¿por qué no les propones una escapada en grupo y aprovechas ese maravilloso entorno para soltar el bombazo?
- Una reunión de trabajo: Ya hablamos del coaching empresarial (link coaching empresarial), así que no te extrañará que te propongamos una reunión de trabajo en un balneario, pero no una reunión al uso. Habrá tiempo para el trabajo, pero también para mejorar la comunicación y la cooperación entre los miembros del equipo.
- Cualquier día: Y por qué no decirlo, cualquier día es bueno para visitar un balneario, no lo dudes.
Aquí van 10 ocasiones para visitar un balneario, pero existen muchísimas más, ¿cuál es tu favorita?