Si quieres hacer un deporte de los llamados de bajo impacto y que sea saludable, tienes varias opciones, aunque las dos primeras que se te van a pasar por la cabeza serán, posiblemente, el yoga y el pilates. Aunque muchas personas los confundan o no sepan muy bien las diferencias que tienen, son dos prácticas que difieren en diversos aspectos, aunque hay que reconocer que tienen también bastantes similitudes.
Ambos deportes tienen la ventaja de poderse realizar casi en cualquier parte: puedes ir a un centro especializado practicarlos por tu cuenta, con la ayuda de una esterilla, en casa (eso sí, si tienes un espacio suficiente en el que te puedas relajar). Tanto uno como otro mejoran la respiración, buscan la corrección postural, la elongación muscular y el bienestar físico y mental, pero, ¿cuáles son las principales diferencias entre el yoga y el pilates?
Diferencias entre yoga y pilates
Ambas disciplinas tienen un nacimiento muy diferente. Mientras que el yoga se cree que surgió hace 5.000 años en la India (existen varias teorías sobre su origen y ninguna de ellas está confirmada), el pilates nació a principios del siglo XX y fue creado por Joseph Pilates. Éstas son las diferencias entre yoga y pilates.
Tienen fines distintos. El yoga se creó para promover la mejor comprensión de uno mismo y el alineamiento de la mente, cuerpo y espíritu, como un modo de filosofía. Por su parte, el pilates surge como un método de rehabilitación y fortalecimiento del cuerpo y fue usado como forma de acondicionamiento físico y mental e incluso como rehabilitación para soldados y bailarines, por ejemplo.
El pilates ayuda a perder más peso que el yoga. A pesar de que ambos fortifican y tonifican los músculos, el pilates es más adecuado para ayudarte a perder esos kilos de más, gracias a que se realizan ejercicios más exigentes y, además, se cuenta con ayuda de máquinas. El pilates es un método integral que trabaja y desarrolla toda la musculatura del cuerpo, lo que hace que el cuerpo consuma más energía y se genere pérdida de peso, de volumen y de contorno.
El yoga ayuda más a la relajación y es más espiritual. Con el yoga podrás calmar tu sistema nervioso y tu nivel de estrés se verá reducido. Además, muchas de las dolencias que tenemos tienen una raíz mental, por lo que el autoconocimiento que te otorga el yoga te ayudará a paliarlas. El yoga tiene un trasfondo mucho más espiritual que el pilates. A pesar de que ambos propugnan una alineación entre el cuerpo y la mente, el yoga implica la exploración de la espiritualidad, a través de la meditación, en una gran parte de sus ejercicios.
El pilates está más dirigido a los dolores físicos. Los expertos suelen recomendar la práctica del pilates cuando tenemos dolores físicos que afectan a nuestra vida cotidiana. Así, se centra en tonificar el cuerpo y mejorar la postura y el movimiento del que lo practica.
El yoga, por su parte, sirve más para “curar” nuestros dolores psicológicos y mentales y poner en orden nuestras emociones, por lo que todo lo relacionado con la fuerza y la flexibilidad, que también se practica, queda en un segundo plano.
El yoga te ayuda a ser flexible, el pilates mejora tu tono muscular. El estiramiento y el mantenimiento de posturas estáticas son la base del yoga, ideal para aquellas personas a las que les cueste controlar adecuadamente algunas de sus articulaciones. Con el pilates no incrementamos ni trabajamos la flexibilidad ya que es una práctica más “dinámica”. Se enfoca primeramente en intentar relajar aquellos músculos que estén en tensión para, posteriormente, fortalecerlos y desarrollarlos. Además, con la ayuda de las máquinas seremos capaces de ganar resistencia en general.
Diferente enfoque de la respiración. Como hemos comentado, ambas disciplinas ayudan a mejorar la respiración de las personas, aunque el enfoque en cada una de ellas es diferente. En el yoga, se controla la respiración en busca de la relajación, desarrollando la respiración abdominal; el pilates, por su parte, tiene el objetivo, a través de la respiración torácica, de controlar el oxígeno que entra en nuestro organismo y que viaja hacia los músculos con el fin de dotarlos de la energía necesaria.
Ejercicios diferentes. En el yoga, las posturas se construyen desde los extremos (manos, brazos, pies y piernas) hacia el centro; en pilates se da justo lo contrario: las posturas van del centro del cuerpo (abdomen, glúteos y muslos) hacia los extremos.
¿Cuál es mejor: yoga o pilates? A esa pregunta tendrá que contestar cada persona en función de las necesidades que tenga. Por norma general, el yoga es más espiritual y tiende a sanar las “dolencias” mentales, mientras que el pilates, más físico, se encarga de poner a tono el cuerpo. La buena noticia es que ambos son compatibles y se pueden practicar de manera simultánea. Tu salud y tu organismo seguro que te lo agradecerán.