A pesar de que este año la situación ha sido atípica debido a la pandemia por coronavirus, parece que ha llegado la hora de la vuelta a la rutina. Dejamos atrás el confinamiento y las vacaciones de verano y es hora de ponerse en forma. Es probable que, durante estos meses, hayamos dejado de lado el deporte; pero nuestro cuerpo necesita moverse, más si cabe si estamos hablando del caso de personas mayores.
Los médicos recomiendan que los adultos realicen, al menos, dos horas y media de ejercicio a la semana y, en el caso de las personas mayores (a partir de los 60 o 65 años) dos horas de ejercicio aeróbico moderado.
Beneficios que aporta el agua
El ejercicio físico en el agua resulta más sencillo puesto que se realiza menos esfuerzo al practicarlo. Es el deporte perfecto para llegar a la rutina de ejercicios en el caso de una persona adulta o para ejercitar los músculos y conservar la movilidad en el caso de una persona mayor.
Incluso los deportistas de élite prefieren este elemento para realizar deporte ya que consiguen más fuerza, resistencia y potencia. La práctica deportiva en el agua es más dura que en un entorno “normal” debido a la resistencia a la que nos expone la densidad y el volumen del líquido elemento.
Los beneficios para nuestro físico y organismo son muchos. Los principales son:
- Es un ejercicio físico que “cunde” mucho más que otros. Hay que tener en cuenta que el agua tiene unas diez veces más resistencia que el aire.
- Realizar este ejercicio físico es más práctico que, por ejemplo, levantar pesas: veremos los resultados antes y sin riesgo de lesiones.
- La hidrogimnasia es beneficiosa para nuestro corazón. El ritmo cardíaco es más lento dentro del agua y, por tanto, la circulación no se acelera tanto y el esfuerzo del corazón no es tan extremo como en otros deportes.
- Hay mucha variedad de ejercicios y diversas sesiones para no aburrirnos y huir de la rutina de otros deportes, como el gimnasio.
- Normalmente la hidrogimnasia se suele realizar entre los 28 y los 31 grados. Esto implica una sensación agradable donde no se pasa calor ni tampoco frío como en otros deportes.
- Está la opción de realizar gimnasia acuática en piscina al aire libre. En este caso, estaremos tomando el sol y por tanto “alimentando” a nuestro cuerpo de vitamina D con los rayos de sol. En este caso, deberemos protegernos con crema solar que nos permita meternos en el agua conocida como ‘waterproof’.
- Prácticamente no hay lesiones.
- Puede practicarlo todo tipo de personas, independientemente de su físico, peso o edad.
- Sensación de comodidad y relajación.
- Sólo por el mero hecho de estar en un entorno acuático, hay una mayor sensación de felicidad y diversión.
- El ejercicio físico en el agua además es compatible con otros complementos como cinturones, pelotas o pesas. El uso de estos elementos hará más efectiva nuestra práctica y habrá mayor gasto calórico.
Beneficios del ejercicio en el agua para la tercera edad
Como hemos comentado anteriormente, los ejercicios en el agua ayudan a mejorar la flexibilidad y elasticidad de los músculos, por lo que es una forma de practicar deporte perfecta para las personas mayores. Además:
- Mejora de la circulación sanguínea
- Oxigena el organismo
- Ayuda a controlar la tensión arterial
- Mejora el equilibrio
- Reduce la retención de líquidos
Además de mejorar la salud física mejora también la salud mental, puesto que fomenta las relaciones sociales ya que, este tipo de ejercicios, se suelen realizar en grupo.
Ejercicios para la piscina
Hay muchas personas que se inician en esta modalidad deportiva sin tener fondo o como método para perder peso o mejorar su estado físico por la facilidad de ejecutar los movimientos. No hay que hacer ejercicios con cargas y, por si fuera poco, el agua ayuda a mejorar el retorno venoso, es decir, la cantidad de sangre que regresa al corazón, ya que empeora en verano por la acción del calor. Estos son algunos ejercicios recomendados para realizar en el interior de la piscina.
- Fondos de pecho y tríceps: vale para trabajar el tren superior. Puedes hacerlo en el bordillo de la piscina o con una tabla de piscina, de las que flotan. Consiste en hundir y mover la tabla repetidas veces para hacer trabajar hombros, pecho, espalda y brazos.
- Skipping: sirve fundamentalmente para mejorar nuestra fuerza y equilibrio. Básicamente este ejercicio consiste en hacer el gesto de la carrera, llevando las rodillas al pecho.
- Pedaleo: como si estuviésemos en una bicicleta vamos a trabajar el abdomen mientras flotamos moviendo nuestros brazos. Es fundamental colocar nuestra cadera a una altura más baja que las rodillas. Para saber si estás haciendo correctamente este ejercicio, la cabeza y los pies tienen que formar un ángulo de 90 grados.
- Si la piscina en la que estamos tiene unas dimensiones aceptables, se recomienda alternar todos estos ejercicios con nadar algunos largos para trabajar nuestro sistema cardiorrespiratorio. Se recomiendan también hace series de relevos, ejercicios con algún acompañante para mejorar la resistencia, trabajar con un churro-flotador y arrastrar el peso de otra persona… imaginación al poder para hacer trabajar nuestro cuerpo.
Tiempo de duración
Para optimizar al máximo todos nuestros esfuerzos en la piscina hay que tener en cuenta la duración de los ejercicios. Todo es relativo, porque varía según la naturaleza y condición física de cada persona.
Se recomienda empezar con media hora diaria hasta llegar a la rutina de entre 45 y 60 minutos al día. Los expertos recomiendan entrenamientos de una duración aproximada de 45 minutos si queremos conseguir efectividad en conseguir resistencia, fuerza y mejorar nuestra capacidad cardiovascular.
Importante aclarar que si vamos a hacer ejercicios físicos en el agua para rehabilitar alguna zona del cuerpo, nuestros ejercicios han de ser más pausados y esto implica que si la temperatura del agua no es de confort, podemos pasar frío. Siempre se recomienda hacer rehabilitación en piscina climatizada.
El deporte en el agua es uno de los ejercicios más completos que hay ya que, prácticamente, se ejercitan todos los músculos del cuerpo. Combinado con tratamientos termales adecuados tanto a la edad como a las condiciones de salud de cada persona, nos ayuda a mantener una correcta salud física y mental.